El Juzgado de lo Penal número 1 de Pontevedra dicta la primera sentencia en Galicia que tipifica como delito de falsedad documental la manipulación de un tacógrafo digital, a través de la que se condena a D.F.N. con una pena de seis meses de cárcel y una multa de 1.260 euros.

Según recoge la sentencia, el día 19 de noviembre de 2011, el autor de los hechos circulaba con un camión articulado de 40 toneladas, cuando una patrulla de la Policía Local de Porriño le dio el alto. Después de realizar una comprobación rutinaria en los tiempos de conducción y descanso, los agentes advirtieron que el individuo circulaba supuestamente en descanso, esto es, "el tacógrafo en vez de registrar conducción, marcaba descanso, como si estuviera estacionado sin moverse", señala el jefe de la Policía Local de Porriño, Daniel Rodríguez.

Tras observar el aparato, la patrulla localizó la manipulación, por lo que denunció a la empresa propietaria del vehículo, a la que impuso una sanción administrativa de 4.601 euros. Asimismo, los agentes imputaron al chófer por un presunto delito de falsedad documental.

La sentencia del juzgado pontevedrés es la primera que se impone en Galicia por la alteración de un tacógrafo digital y de las pocas dictadas en España, salvo en Cataluña, donde esta práctica es común. En Galicia ya existía una condena similar, dictada por un tribunal de Vigo el pasado año, pero en este caso el tacógrafo era analógico.

Además de los tiempos de conducción y descanso, este dispositivo recoge otros eventos, como los excesos de velocidad. El hecho de manipular este daparato permite a los camioneros conducir a velocidades superiores a las establecidas registrando otras o incluso 0 km/h, como es el caso del penado. Esto conlleva que el vehículo circule sin ABS y no funcione el freno del motor, lo que supone, a su vez, un riesgo: "un camión cargado con un peso total de 40 toneladas y sin frenos es un peligro para la seguridad vial", indica Rodríguez.

Para el jefe de la Policía Local porriñesa, el dictamen "marca un antes y un después dentro del transporte, ya que a partir de ahora un conductor se lo pensará dos veces antes de utilizar una manipulación, porque puede acabar en prisión y con una sanción económica importante, reconociendo como documento público los registros de los tacógrafos".