En noviembre pasado Secundino Prego Amil fue víctima de un violento robo en su casa de Chancelas (Poio) por parte de dos encapuchados que le dieron una brutal paliza. Por eso, cuando a principios del mes de febrero su cuerpo sin vida apareció con evidentes signos de violencia ante su vivienda, una de las primeras reacciones de la Guardia Civil fue comprobar que ambos sucesos no estaban vinculados. Y así era. Supuestamente habían sido las cuidadoras de Secundino las que, quizá aprovechando este primer incidente e intentando confundir así a los agentes, acabaron con la vida del octogenario a sartenazo, al parecer con el objetivo de quedarse con sus bienes ya que una de ellas fue nombrada heredera.

Sin embargo, los autores de aquel violento robo del mes de noviembre (y que nada tuvieron que ver con su muerte en febrero) también tendrán que responder en el banquillo de los acusados de un juzgado de lo Penal por aquellos hechos. La Fiscalía solicita 4 años y cinco meses de prisión para Cristóbal R.S. y más de siete para Marcos M.R., ya que además del asalto y las lesiones que sufrió el octogenario, le imputa una presunta estafa. Por eso, con ellos ocompartirá banquillo una mujer, contra la que se formula acusación únicamente por estafa. Se trata de María R. A, quien junto a Marcos.M.R. conoció a Secundino en la discoteca La Luna. El fiscal sostiene que "tras ese primer contacto mantuvieron algunos encuentros con Secundino" en su domicilio de Chancelas. Así, el fiscal acusa a ambos de apoderarse de la cartilla de ahorros del jubilado y de su DNI y solicitar en el banco una autorización para la retirada de dinero de la cuenta de Secundino el 8 de noviembre. En Cambados habrían conseguido retirar 1.200 euros.