Un ciudadano británico condenado por las autoridades de su país a 24 años de prisión por narcotráfico fue detenido por la Policía Nacional en un chalé de Alhaurín de la Torre (Málaga), en el que se entregó a los agentes tras ver que no podía escapar de "la habitación del pánico" donde se había escondido.

El detenido, que residía en Málaga con una identidad falsa y había cambiado su aspecto físico de forma considerable, se ocultó en una sala antiasalto en la que tenía un ordenador desde el que controlaba las cámaras del circuito cerrado de TV de la vivienda, según informó ayer Interior en un comunicado.

El prófugo, identificado como Mark Alan Lilley, de 41 años, uno de los delincuentes más buscados por las autoridades británicas, se escondió en la estancia al ser alertado por los perros de presa que había en el jardín.

Una vez que los investigadores averiguaron dónde residía el fugitivo, se solicitó el apoyo del Grupo Operativo Especial de Seguridad, que asaltó la vivienda, en cuyo interior había dos hombres y dos mujeres, pero inicialmente no encontraron a la persona reclamada.

Durante la búsqueda observaron que en un armario del vestidor del dormitorio principal había una moldura de madera diferente al resto, y al desmontarla quedó al descubierto una puerta de seguridad que daba acceso a lo que se conoce como "habitación del pánico", un espacio donde buscar protección en caso de sufrir un ataque. Tras intentar abrirla sin éxito, el fugitivo se entregó "al no tener posible otra vía de escape", según la Policía.