Un crimen pasional resuelto gracias a la colaboración ciudadana. El caso del joven vecino de Gondomar E.F.C., de 33 años de edad, que resultó herido grave tras recibir un tiro en la boca al ser abordado en el garaje de su casa por un encapuchado que le disparó sin mediar palabra alguna, ha sido zanjado por la Guardia Civil tras la detención de dos hombres que residen en Bilbao. Se trataría del presunto autor material del disparo y de un supuesto cómplice que le ayudó a huir.

Uno de los arrestados es el exnovio de la mujer que en la actualidad mantiene una relación sentimental con la víctima, y el otro un amigo suyo. Se sospecha que el móvil del disparo fueron los celos y que los dos detenidos aprovecharon las vacaciones de Semana Santa para viajar del País Vasco a Galicia con la única intención de cometer el crimen.

Varios vecinos del herido, entre ellos un Policía Local y un agente de la Guardia Civil, vieron al autor de los disparos huir a la carrera del edificio con una caja (donde podría llevar el arma) y subirse a un coche en el que le esperaba otro hombre, a unos cien metros del portal donde ocurrieron los hechos.

Anotaron el número de la matrícula y el modelo del vehículo en el que se dieron a la fuga. Resultó ser un Ford Focus de color granate con matrícula del País Vasco propiedad del cuñado de uno de los detenidos, concretamente del exnovio de la joven.

Una vez establecido que el autor del disparo podría estar en el entorno de la compañera sentimental de la víctima, las investigaciones avanzaron a gran velocidad y pudo fijarse el posible móvil: una venganza por celos.

Tras los arrestos practicados el martes en Bilbao por efectivos de la Policía Judicial de Pontevedra, los dos detenidos viajaban custodiados ayer a Galicia y pasarán hoy mismo a disposición del Juzgado de Instrucción 3 de Vigo que se hizo cargo de la investigación del caso el mismo día del tiroteo.

El homicidio frustrado tuvo lugar sobre las 8 de la tarde del pasado 29 de marzo en un bloque de pisos de la céntrica calle Emigrante, en Gondomar.

Todo apunta a que el supuesto homicida no intentaba atentar contra su expareja, sino que venía directamente a por su novio actual y esperó a su víctima escondido en el garaje del inmueble. E.F.G. entró en el aparcamiento del edificio con su vehículo y lo estacionó. Cuando se dirigía al ascensor para subir a su domicilio, recibió un disparo que le reventó la boca y la lengua y le rompió varias piezas dentales.

El hombre que le disparó se dio a la fuga corriendo mientras el herido salía a la calle pidiendo auxilio. Varios testigos vieron huir al agresor y una ambulancia evacuó a E.F.G. al hospital. Afortunadamente salvó la vida y, tras pasar varios días en la UCI del Hospital Povisa de Vigo donde tuvo que ser intervenido porque el proyectil se alojó en su garganta, recibió el alta hospitalaria si bien todavía padece secuelas.

El disparo que recibió procedía de un rifle de pequeño calibre, del 22 en concreto, si bien no ha trascendido si las fuerzas de seguridad han conseguido localizar el arma.