Diecinueve años de prisión. Esta es la pena impuesta por la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra a Luis B.S., el vecino de Vigo de 53 años de edad que violó, golpeó y robó a una vecina octogenaria tras irrumpir en su vivienda en unos hechos que ocurrieron en el verano de 2010. De poco le valió al ahora condenado negar la autoría alegando que la víctima "era como de la familia" y también a su abogada defensora tratar de sembrar dudas sobre las pruebas incriminatorias al señalar que su cliente tiene idéntico ADN y voz similar a la de su hermano gemelo, sobre el que también reveló que había sido sentenciado por sendas agresiones sexuales. Frente a estos alegatos, la sala viguesa respaldó las tesis de la Fiscalía y la acusación particular y condena al acusado, que ahora tiene pendiente otro juicio por forzar a una tía anciana suya.

La sentencia, notificada ayer a las partes, establece que este vecino de la ciudad olívica es responsable de un delito de violación en concurso con otro de allanamiento de morada (15 años de prisión), un delito de robo con violencia (4 años) y una falta de lesiones, con la concurrencia de la circunstancia agravante de disfraz. Además de la pena de cárcel, la sala viguesa le impone también una multa y, en concepto de responsabilidad civil, establece que indemnice a la anciana con 30.000 euros. La mujer, que en el momento de los hechos tenía 84 años y que padece diabetes y ceguera, sufre un síndrome de estrés postraumático en su grado máximo a consecuencia de la brutal agresión, por lo que padece pesadillas, miedo e insomnio y apenas sale de su casa. La condena impuesta al acusado coincide casi con la que solicitaba la fiscal, que era de 20 años. La acusación particular elevaba su petición a 32 años.

Todo ocurrió la noche del 5 de julio de 2010. Luis B.S. residía entonces en la vivienda de sus suegros junto a su mujer, en Coruxo, mientras que la víctima vivía en una casa a apenas 200 metros. Según sostuvo la Fiscalía en el juicio, el condenado, con su rostro cubierto para evitar ser reconocido, llamó a la puerta del domicilio de la mujer refiriéndose por su nombre y diciendo que era "el vecino". Cuando la anciana abrió, el imputado la empujó agarrándola por el cuello y la introdujo en la casa, donde, había señalado la acusación, le tapó la cara con la bata que ella vestía, la arrastró al dormitorio, la arrojó sobre la cama y la violó y agredió brutalmente. El hombre le sustrajo también 300 euros. La mujer habría fingido estar dormida, hasta que el hombre se fue, para evitar más agresiones.

La sentencia no es firme y cabe recurso ante el Tribunal Supremo. Tras esta condena, este vigués se enfrentará a otro juicio por la agresión sexual que hace unos años sufrió una tía suya.