Trágico accidente de tráfico. Un vecino de la parroquia de Tortoreos, en el municipio pontevedrés de As Neves, falleció al chocar frontalmente contra un árbol con el turismo que conducía en el kilómetro 0,800 de la carretera PO-402, que une Oleiros (Salvaterra de Miño) y Vilasobroso (Mondariz). La víctima, Manuel Mariño, tenía 50 años.

El siniestro ocurrió a las diez de la noche del martes a la altura de la iglesia de Oleiros, en Salvaterra. El Seat Ibiza que guiaba la víctima se salió de la vía tras una curva e impactó contra un árbol, en el margen izquierdo. Ocurrió a poco más de dos kilómetros de distancia de su casa. Tras ser alertado por un particular el Servicio de Emergencias 112, los primeros en llegar al lugar del accidente fueron los bomberos del parque comarcal de Porriño, quienes se encontraron con numerosos vecinos alrededor del automóvil destrozado en su parte delantera y con el conductor atrapado.

En un primer momento, los efectivos no detectaron el pulso de la víctima, pero igualmente procedieron con la máxima celeridad a sacar las puertas del lateral izquierdo del vehículo para rescatar al conductor y único ocupante. Por su parte, y en cuanto pudieron acceder al interior del coche, los sanitarios del Punto de Atención Continuada (PAC) de Ponteareas comprobaron que el estado del conductor era crítico. Le colocaron un collarín para sacarlo del habitáculo y lo colocaron en una camilla, donde trataron de reanimarlo con el desfibrilador. Sin embargo, no fue posible salvar su vida ya que el conductor estaba muy afectado por un fuerte golpe en el pecho.

Las causas del accidente de circulación ocurrido en Salvaterra se desconocen aunque, debido al sobrepeso que sufría el fallecido, no se descarta que pudiese haber sufrido alguna indisposición al volante. Al lugar del siniestro también se trasladaron agentes de la Guardia Civil de Tráfico y personal de mantenimiento de carreteras, ya que en la vía había restos de combustible.

Manuel Mariño era el único cuidador de su madre, una octogenaria viuda que padece Alzheimer. Por este motivo, una vez decretado el fallecimiento, los bomberos procedieron a buscar las llaves de la vivienda de la mujer. Una vez halladas las mismas, se desplazaron a su casa en el barrio de Coto, en Tortoreos, para abrir la puerta a su progenitora que se encontraba sola en el hogar.