El juicio contra la mayor red de distribución de drogas del sur de Galicia quedó ayer visto para sentencia en la Sección Quinta de la Audiencia con sede en Vigo. La Fiscalía mantuvo la petición de penas máximas para los tres arousanos que rechazaron declararse culpables y rebajó las de los otros 11 procesados, incluido el cabecilla de la trama, el vigués Hipólito Costas Agulla. "Confesar la culpabilidad es el primer paso para la reinserción", expuso el fiscal antidroga de Pontevedra, Luis Uriarte.

Las penas más altas solicitadas son para Alfonso N.B. (9 años), Víctor Manuel G.M. (8 años) y Antonio P.O. (6 años), y multa de 550.000 euros para los dos primeros, acusados de mediar en la entrega de 2 kilos de cocaína en Vilagarcía a un joven detenido en A Coruña.

La Fiscalía considera probada su participación en los hechos mediante las escuchas telefónicas y los seguimientos que, a raíz de las mismas, realizó el equipo contra la droga Edoa, de la Guardia Civil. Las abogadas de los tres arousanos, por el contrario, cuestionan la actuación de los agentes y entienden que hay vulneración de derechos. Sostienen que las diligencias se desgajan de un procedimiento abierto en Ribeira todavái sin juzgar y sin autorización del juez instructor; que oficialmente no se prueba quienes son los titulares de los teléfonos intervenidos y que ni siquiera se solicitaron pruebas de voz para demostrarlo.

Esgrimen, además, contradicciones entre lo declarado por algunos agentes sobre los seguimientos en la sala y lo que ellos mismos dicen en los atestados. También denuncian la ruptura de la cadena de custodia de las pruebas, pues la balanza que se presentó ayer como intervenida en casa de Alfonso no es ni parecida a la requisida, que al parecer se perdió. "Es todo un poder ser, una sugestión de la Edoa", concluyó una letrada.

La otra abogada acusó a los agentes "cuando menos" de "ocultación de datos", ya que no aportaron las fotos que presentaron ahora en Vigo en el juicio de A Coruña donde se condenó al joven que recogió los 2 kilos de cocaína. "Desgajaron las diligencias como mejor les pareció. Ribeira, Vigo, A Coruña ... y ni siquiera citaron allí como testigos a los presuntos mediadores", expuso la letrada.

El fiscal considera probado el uso de los teléfonos. En el caso de Antonio, ayer se puso la cinta en la que llamaba al CIS de Vigo y se identificaba para tramitar un permiso. También se escuchó una grabación desde un teléfono atribuido por la Guardia Civil a Alfonso en el que éste pedía el traslado de su teléfono fijo por cambio de domicilio.

El cabecilla de la red, Hipólito Costas Agulla, se enfrenta también a una de las penas más elevadas, 8 años y 250.000 euros de multa. El fiscal le acusa de traficar con heroína que traía de Portugal, cocaína que le abastecían los tres arousanos y hachís que subía de Marruecos. Él admitió sólo parcialmente los cargos, pues negó tener relación con los dos marroquíes a los que se intervinieron 10 kilos de hachís y cualquier compraventa de droga con los arousanos, por lo que la rebaja solicitada por el Ministerio Público es de un año.

Los dos marroquíes y la pareja que admitió distribuir drogas que les facilitaban Hipólito, su mujer y su hijo en O Rosal, aceptaron en la sala una condena de 3 años cada uno y al concluir la vista oral lograron salir en libertad, al haber cumplido prisión provisional suficiente.

El resto de las defensas reclamaron una rebaja de las penas en aplicación de la atenuante de toxicomanía a sus clientes. El fiscal solicitó para todos ellos 3 años de prisión, excepto en el caso de Gloria S.P., compañera sentimental del cabecilla, para la que pidió 6 años y 150.000 euros de multa.