Un sexagenario esperó en una parada de bus de A Coruña la llegada de un autocar escolar, se aproximó a tres niños que bajaban y a la familiar de uno de ellos que iba a recogerlos, sacó una botella y les tiró un líquido corrosivo. El hombre huyó pero finalmente se entregó en la comisaría y relató a los agentes que se había "equivocado" de víctimas. Su intención –aseguró– era arrojar el ácido sobre los hijos del magistrado José Antonio Vázquez Taín para "vengarse" , ya que estaría obsesionado con el juez.

El hombre, de 60 años, se acercó a las 14.15 horas en Juan Flórez a tres menores de 6, 7 y 9 años –un niño y dos niñas– que bajaban de un autobús escolar y, sin mediar palabra, les arrojó un líquido corrosivo. Una familiar de las dos pequeñas también fue rociada con el ácido. Las niñas y la mujer fueron trasladadas al complejo hospitalario Universitario; y el menor, al Teresa Herrera. Las pequeñas fueron dadas de alta ayer, mientras que su familiar y el niño permanecen ingresados.

El pequeño sufrió quemaduras químicas que le afectaron a los ojos y su pronóstico, al cierre de esta edición, era reservado. La familiar de las menores presentaba "quemaduras por producto químico en las vías respiratorias", según informaron fuentes sanitarias, quienes aseguraron que, a última hora de la tarde, su estado era "menos grave".

El autor de los hechos, que responde a las iniciales A.U.C, según fuentes de la investigación, se entregó a la policía y aseguró que había arrojado el líquido a los niños porque pretendía "vengarse" del juez José Antonio Vázquez Taín, que durante tres años y medio fue titular del Juzgado de lo Penal número 2 de A Coruña. Hace un año se trasladó al Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago para encargarse de tareas de investigación. El arrestado, según fuentes cercanas al caso, contó que su intención era atentar contra los hijos del juez y que se había "equivocado".

El acusado, que no conocía de nada a sus cuatro víctimas, estuvo implicado en un caso que enjuició Taín, un magistrado muy conocido debido a las investigaciones relacionadas con el narcotráfico que dirigió en Vilagarcía entre 2003 y 2005.

La Policía Científica de la Policía Nacional se trasladó hasta la parada de autobús situada a la altura del número 58 de Juan Flórez, muy cerca de una discoteca, para tomar muestras del producto cáustico que el detenido derramó sobre los niños y la mujer. El hombre, tras sacar una botella y echar su contenido sobre las víctimas, se dio a la fuga, pero posteriormente se entregó en dependencias policiales, donde pasó la noche.

El detenido, después de prestar declaración ante la policía, pasará a disposición judicial. El magistrado que esta semana ejerce las funciones de guardia decidirá si decreta su envío a prisión provisional o su puesta en libertad.