Dos años de prisión, diez días multa a 6 euros diarios e indemnización de 5.490 euros. Esta es la condena impuesta por el Juzgado de Penal 2 de Vigo a Juan José R.A., un conductor que, tras sufrir un accidente en Redondela, arrolló de forma intencionada al ocupante del otro turismo cuando bajó a ver los daños. La magistrada le condena a 2 años por el delito de lesiones con instrumento peligroso (un vehículo) y a multa por la falta de lesiones que sufrió el conductor en el accidente previo. Además, deberá indemnizar con 2.160 euros al atropellado y con 3.330 al conductor lesionado.

La sentencia considera probado que sobre las 22.45 horas del 2 de mayo de 2008, el acusado Juan José R.A. conducía un Renault Clio, propiedad de su hermano Nicolás que iba como copiloto. Al llegar al Alto de la Encarnación, en Redondela, colisionó con la parte trasera del Renault 19 que conducía el joven Javier V., al que acompañaba como copiloto Antonio I.L. A consecuencia del siniestro, según el fallo judicial, Javier sufrió lesiones de las que tardó 45 días en curar.

Tras la colisión, los ocupantes del Renault 19 se bajaron del vehículo para comprobar los daños. Cuando Antonio se encontraba en el lateral derecho del turismo, el acusado Juan José R.A. –"con la intención de menoscabar la integridad física del mismo, según el fallo judicial– dio inicialmente marcha atrás para salir "velozmente" hacia adelante arrollando a Antonio, quien intentó infructuosamente evitar el atropello dando un salto. El vehículo del acusado le golpeó en las piernas, a la altura de la rodilla, por lo cayó contra el capó y después sobre la calzada. A consecuencia del atropello el joven sufrió esguince cervical y traumatismo en rodilla y muñecas derechas, de los que tardó 36 días en curar, necesitando además rehabilitación y fisioterapia.

La magistrada considera la versión del acusado y de su hermano "confusa", "ilógica e increíble por incoherente". Ambos llegaron a asegurar que se fueron del lugar del accidente por "miedo", que fue el herido quien se echó sobre el capó, y que antes habían tenido con ellos algunos "piques" y les miraron "con cara de asesinos", si bien no se conocían..