Efectivos de la Guardia Civil y de Protección Civil, así como la lancha de rescate Salvamar Mirach y el helicóptero de salvamento Pesca I, con sus respectivas dotaciones, peinaron ayer por la tarde la Costa da Vela de Cangas en busca de una persona que un informante del 112 aseguró haber visto intentando alcanzar a nado los acantilados. Poco antes de las nueve de la noche, y tras más de dos horas de búsqueda infructuosa por tierra, mar y aire en condiciones de baja visibilidad y dificultada por la llovizna, se levantó el operativo, que solo se retomará hoy si se constata la desaparición de alguna persona, ya que hasta anoche no se habían producido denuncias en este sentido.

La llamada al 112 se produjo pasadas las seis de la tarde. Un hombre alertó de la presencia de una persona que habría caído al mar e intentaba alcanzar la costa a nado en las proximidades de Cabo Home. Ofreció datos un tanto confusos, y, algo desorientado, dijo estar próximo a un faro blanco con unas características que los equipos de emergencias identificaron con el de Punta Subrido, junto a la playa de Melide.

Sin embargo, cuando el operativo ya se había desplegado sobre la zona sin encontrar rastro, el informante aportó nuevos elementos que apuntaban a la cara norte del monte de O Facho, en mitad de la Costa da Vela, aunque sin fijar la posición exacta.

La embarcación de Salvamento Marítimo Salvamar Mirach, con base en Cangas, y el helicóptero Pesca I recorrieron varias millas de franja costera desde Cabo Home hasta las proximidades de Punta Couso. Mientras, efectivos de la Guardia Civil y de Protección Civil -que reforzó su retén de guardia con otros efectivos que estaban de descanso- hicieron el mismo recorrido desde tierra, a través de senderos forestales como el de Punxeiro, y zonas encharcadas y de difícil acceso por la abundancia de maleza.

Sin resultado

Pero, después de varios rastreos, los efectivos no encontraron señales ni de la supuesta víctima ni del informante, que más tarde comunicó que ya había abandonado el lugar.

El operativo por tierra se levantó pasadas las ocho y media de la tarde, y poco después ocurría lo mismo con los medios aéreos y marítimos que se habían desplegado, en medio de cierta desazón al no poder concretar los hechos, aunque con la esperanza de que se hubiese tratado de una falsa alarma para la que se movilizó a cerca de una veintena de personas en torno al área de Donón.