El pesquero de Mozambique Vega 5 cumple hoy al menos cinco días secuestrado por piratas somalíes en aguas cercanas a Madagascar y con dos gallegos a bordo. Anoche navegaba rumbo a Somalia controlado desde el aire por aviones de Pescanova, el holding gallego que opera el barco a través de su filial Pescamar Lda. Al frente de la tripulación, formada por 24 personas, se encuentra el capitán, Alfonso Rey Echeverri, de 41 años y vecino de Muros, y el contramaestre, el pontevedrés José Alfonso García Barreiro, cuyas familias guardan silencio y esperan noticias. El resto del pasaje la integran 19 mozambiqueños y tres indonesios.

El Gobierno, en una operación en la que participan los ministerios de Asuntos Exteriores, Medio Ambiente Rural y Marino y Defensa, ha emprendido una ofensiva diplomática para lograr la liberación del pesquero, especialmente con las autoridades de Mozambique, Tanzania y Kenia, países por cuyas costas discurre la ruta del buque secuestrado antes de llegar a la zona somalí donde los piratas reúnen a los barcos capturados.

Asuntos Exteriores explicó ayer que el Ministerio de Medio Marino fue informado el pasado día 30 por el Grupo Pescanova –propiedad de Manuel Fernández de Sousa– de que el Vega 5 se encontraba en paradero desconocido desde el día 28, y a petición de la empresa "se ha mantenido discreción en las gestiones".

Ese mismo día 28, el buque, según el Gobierno, dejó de tener comunicación con el resto de la flota a la que pertenece y con su base en tierra cuando navegaba frente a las costas de Mozambique "a cientos de millas al sur de las aguas en las que prestan labores de vigilancia y apoyo los buques de la Operación Atalanta", por lo que el operativo militar, añade, "no podrá hacer nada al hallarse lejos del pesquero". Descartado el hundimiento, la compañía anunció el día 30 al ministerio de Rosa Aguilar que podría tratarse de un secuestro.

Y los temores se confirmaron al día siguiente, cuando aviones de Pescanova avistaron sobre la una de la tarde del 31 de diciembre al pesquero remolcado por un esquife pirata. A partir de ese momento se intentó contactar con el barco, pero no respondía a las llamadas. Desde entonces Pescanova vigila desde el aire al Vega 5, aunque la comunicación oficial de su secuestro no se produciría hasta el 2 de enero y por parte de la Operación Atalanta.

En principio se sospecha que el barco fue capturado para utilizarlo como nodriza y apresar buques mayores. Su secuestro, al sur del Índico y cerca de la costa de Mozambique, ha alertado a la flota palangrera de A Guarda que trabaja en esa zona. "Si se suceden nuevos ataques tan al sur y lejos de Somalia tendremos que tomar medidas. No tenemos seguridad privada, son barcos pequeños", explicaron en la asociación Orpagu.