Dos de las principales asociaciones antidroga de Galicia, Érguete y la Fundación Galega contra o Narcotráfico, plantean que el pazo de Vista Real sea adquirido por las administraciones públicas o por algunas empresa o cooperativa de carácter social.

El pazo de Vista Real era junto a Charpo uno de los buques insignia del clan de los Charlines, hasta que se les intervino en 1995 a raíz de una operación contra el blanqueo de dinero procedente del narcotráfico.

La Agencia Tributaria saca a subasta este pazo en el próximo mes de octubre, con un precio de salida de 2.072.000 euros, y las entidades antidroga consideran que si los nuevos propietarios consiguen darle un uso público o social se lograría un enorme efecto “ejemplarizante”, similar al que rodeó la subasta del pazo de Baión.

Vista Real forma parte de un paquete de bienes embargados en su día a los Charlines, y que en octubre salen a subasta pública. En total, la Agencia Tributaria pretende enajenar bienes por valor de 8 millones de euros, y hay desde bateas hasta pisos, pasando por plazas de garaje y una docena de fincas rústicas.

El buque insignia

El pazo de Vista Real es sin duda la propiedad más emblemática de esta subasta. Se trata de una enorme casona situada en Boutrín (Corón), una zona densamente poblada que pertenece al Concello de Vilanova.

El pazo está muy cerca de la carretera comarcal que une Vilagarcía y Cambados. Tiene 280 metros cuadrados y está rodeado de una finca de 24.000 metros cuadrados, en la que hay plantado un viñedo de albariño. Los Charlines compraron la propiedad a principios de la década de los noventa, y la estaban rehabilitando cuando el juez Baltasar Garzón ordenó que se la interviniesen.

En la subasta de octubre figura con un precio de salida de 2.072.816 euros, pero si no apareciese comprador se organizaría una segunda puja, con un precio inicial de 1.554.612 euros, lo que implica una rebaja del 25 por ciento. En cualquier caso, los interesados en presentarse a la puja deben presentar antes de la misma un aval de 414.563 euros.

La presidenta de la asociación y de la fundación Érguete, Carmen Avendaño, considera que “sería muy positivo que alguna administración pública pujase por el pazo de Vista Real”.

En su opinión, que ese inmueble tuviese una finalidad pública o social sería “ejemplarizante”, y ayudaría a “hacer más visible la idea de que se puede descapitalizar a los grandes capos”.

El presidente de la Fundación Galega contra o Narcotráfico, Fernando Alonso, se expresa en términos semejantes. Asume que el contexto económico actual no es el más apropiado para que una administración pública aporte los dos millones de euros que cuesta el pazo y su viñedo, pero plantea que “sería una opción interesante porque estamos hablando de uno de los buques insignia del narcotráfico”, y su adquisición para fines públicos o sociales “podría interpretarse como un símbolo de la victoria de la sociedad sobre el tráfico de drogas”.

Fuentes municipales del Concello de Vilanova confirmaron ayer que varias asociaciones antidroga se pusieron en contacto con el grupo de gobierno para plantearle la posibilidad de que el Concello -u otra administración- pujase por Vista Real.

No obstante, fuentes municipales indicaron que “en estos momentos el ayuntamiento por sí solo no se ve con capacidad para pujar por el pazo de Vista Real”, y mucho menos al precio de dos millones de euros que figura en la subasta. Además, dichas fuentes recuerdan que el Concello ya está haciendo un esfuerzo importante para construir un teatro en el solar que actualmente ocupa otro de los símbolos del clan de los Charlines, el viejo cocedero de Charpo.

Un edificio entero

Las subastas de este primer paquete de bienes embargados al conocido clan de narcotraficantes de Vilanova de Arousa se celebrarán en la delegación especial de la Agencia Tributaria en A Coruña. Las fechas previstas son el 5, 6, 13, 14 y 19 de octubre. Junto al pazo de Vista Real se pondrán a la venta más de 60 propiedades de los Charlines.

Una de las más caras es un terreno situado en la calle Santa Eulalia de Vilanova, donde la familia Charlín empezó a construir un edificio de bajo, cuatro plantas y aprovechamiento bajo cubierta. La Agencia Tributaria ha fijado un precio inicial de 624.000 euros.

Particulares y empresarios también podrán pujar por un buen número de pisos y locales comerciales. Las siete viviendas que se subastan están en Vilanova y en Pontevedra. En esta última ciudad se subastan dos áticos en la plaza de Barcelos, al precio de 138.000 euros el más barato -tiene 59 metros cuadrados-, y de 250.000 el mayor. La cotización de los pisos de Vilanova es menor, y se sitúa entre los 85.000 euros que cuesta uno situado en Agro de Ribeira, hasta los 212.000 que vale un dúplex.

También hay al menos cuatro locales comerciales a disposición de las personas interesadas. Los precios varían desde los 105.000 del más barato, hasta los 289.000 que cuesta un local de 600 metros cuadrados ubicado en Vilanova. También se subasta -con un precio de salida de 282.000 euros- un local de 108 metros que la familia tenía en la calle Abades de Madrid.

En la puja de la Agencia Tributaria figuran también un total de 32 plazas de garaje situadas en dos bloques distintos de un edificio de As Sinas (Vilanova). El precio de las mismas oscila entre los 8.000 y los 12.000 euros, si bien la mayoría tienen un precio de licitación de 9.000 euros. No obstante, también están disponibles plazas de aparcamiento con trastero en la plaza de Barcelos (Pontevedra). En este caso, su precio es sensiblemente superior, al situarse en 33.000 euros la licitación inicial. Cada una de estas 34 plazas de garaje será subastada de modo individual.

La mayoría de los negocios lícitos de los Charlines estuvieron siempre vinculados al mar. Por ello, entre su patrimonio embargado figuran casi una decena de bateas, repartidas por polígonos mejilloneros de Cambados y Vilagarcía.