Nuevo golpe al contrabando de tabaco falsificado en el Puerto de Vigo. Efectivos del Servicio de Vigilancia Aduanera y de la Guardia Civil han intervenido un alijo de más de medio millón de cajetillas de tabaco ilegal procedente del Sudeste Asiático en un contenedor que llegó al muelle de Guixar. Los cigarrillos iban ocultos entre piezas de cristalería (vasos y vajillas) que constituían la mercancía legal declarada. El valor del material incautado superaría el millón y medio de euros en el mercado.

El tabaco rubio falsificado intervenido es de la marca Marlboro y procedía de China. Las cajetillas contaban también con precintos y sellos falsos para su venta en España. La mercancía fue detectada con el escáner de la Agencia Tributaria y, en principio, no hay ningún detenido. El Servicio de Vigilancia Aduanera y la Guardia Civil han abierto una investigación para localizar a la red destinataria del tabaco de contrabando.

Se trata del primer alijo de tabaco falsificado –burda imitación del americano– que se incauta en el Puerto de Vigo con la leyenda sanitaria de las cajetillas en español, lo que indica que su distribución iba a realizarse por el territorio nacional.

En ocasiones anteriores se habían intervenido otras partidas importantes de tabaco ilegal Made In China en la rada viguesa, pero llevaban la leyenda sanitaria y los precintos en francés, lo que apuntaba que su distribución se realizaría en Francia.

Durante años el mercado ilegal de tabaco lo copaban las cajetillas de contrabando que fabricaban las propias empresas tabacaleras. Los contrabandistas gallegos fueron especialistas en el "rubio batea" y grandes mercantes procedentes de Holanda fondeaban frente a las costas mientras las planeadoras descargaban miles cajas de Winston, Marlboro o Chesterfield.

Aquel era tabaco rubio americano, pero ahora el gran peligro está en el tabaco falsificado en China. Las falsificaciones, que mueven unos 600.000 millones de cigarrillos al año a nivel mundial, en ocasiones alcanzan tal perfección en los sellos y precintos que despistan a los propios peritos de las empresas tabacaleras que se encargan de certificar que los cigarros no son suyos.