El vecino de Tomiño A.A.G. acusado de intentar asesinar a su pareja rociándola con queroseno, ha asegurado esta mañana, en el juicio celebrado en la Audiencia de Pontevedra, que es inocente y que las heridas que presentaba la víctima procedían de las autolesiones que ella se había infringido.

La vista oral se celebró en la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra y durante la misma el acusado se declaró inocente.

A.A.G. está acusado de maltratar física y psicológicamente a su pareja en varias ocasiones y también de intentar asesinarla, al día siguiente de abandonar la vivienda que ambos compartían en el municipio pontevedrés de Tomiño, el 31 de marzo de 2007.

La víctima recordó en el juicio como el acusado rompió una ventana, usando el comedero de los perros que tenían en la vivienda, para atacarla, después de haberla llamado por teléfono, insultándola porque no encontraba su DNI.

"Aunque intenté escapar no lo conseguí, porque me cogió por el cuello, me golpeó, realizó varios cortes en mí cuello con un cuchillo del pan y luego intentó violarme", declaró la víctima.

Como consecuencia de los golpes recibidos, la mujer perdió el conocimiento y "cuando desperté estaba en la cama, a la que me llevó arrastrándome por el suelo de los pelos, y estaba echándome encima un líquido frío, que era queroseno de la estufa que tenemos en la habitación, mientras me decía que quería quemarme viva".

Cuando el procesado se disponía a prenderle fuego la Guardia Civil llamó al timbre de la casa, porque afortunadamente, la víctima había avisado a un amigo tras recibir la llamada telefónica de su pareja, quien avisó a los agentes, por temerse lo peor.

"Cuando me llamó insultándome me asusté mucho y avisé a un amigo, porque sabía que iba a venir por mí".

Al ver a los agentes, A.A.G., huyó por la puerta de atrás de la vivienda, saltó el muro de la finca y atravesó los campos, siendo detenido por la Guardia Civil, quince minutos más tarde, en la carretera del pueblo en sentido a la localidad de A Ramallosa.

Sin embargo, la versión del acusado es completamente diferente, ya que asegura que nunca golpeó o maltrató físicamente a la joven, aunque admitió que "teníamos discusiones como todas las parejas pero nunca fui violento con ella".

Aseguró que las lesiones que la joven presentaba en los brazos y que ella intentó ocultar a sus amigos "se debían a que ella misma se mordía cuando nos acostábamos. Sé que es difícil de creer pero es la verdad", afirmó.

"Dejé la vivienda común porque estaba cansado de ella, de sus peleas con su madre, con su ex marido, de los problemas judiciales por la falsificación de una firma, de muchas cosas... Ella me amenazó con enviarme a sus amigos para que me dieran una paliza si la abandonaba, pero aún así lo hice", añadió.

Sobre los hechos que ocurrieron el 31 de marzo de 2007, A.A.G. subrayó que él no rompió ventana alguna y que entró en la vivienda "porque ella me abrió la puerta. Yo la había llamado porque me había dejado el DNI y fui a buscarlo. No la toqué en ningún momento, no rompí ningún móvil y no la insulté".

El acusado insistió en que mientras estaba buscando el DNI oyó como se rompía la ventana. "Ella estaba fuera de la casa en ese momento", subrayó el procesado, matizando que de repente oyó cómo se tiraba al suelo. "Yo estaba en el centro del salón y vi cómo se golpeaba primero contra las paredes y luego se tiraba al suelo, se golpeaba los ojos y se daba puñetazos en la cara".

Sobre las lesiones que presentaba la víctima, el acusado insistió en que "si se lesionó la clavícula fue porque se tiró muy fuerte al suelo".

En relación al hecho de que se rompiera la nariz y se partiera la mandíbula insistió en su versión y dijo que "se estaba dando puñetazos y se haría daño ella misma", mientras que las lesiones del cuello aseguró el procesado que "es que se caía muy habitualmente de la moto".

Aseguró que huyó de la casa cuando escuchó que llamaban a la puerta, pero "no sabía que era la Guardia Civil, creí que eran sus amigos y que venían a darme una paliza".

En relación al hecho de que su anterior pareja también le había denunciado por malos tratos, el acusado subrayó que "eran también mentira" y aseguró que "nunca tuve mucha suerte con las mujeres".

El fiscal solicita para el acusado 34 años y diez meses de prisión, mientras que la acusación particular aumenta la pena hasta los 38 años, por los delitos de malos tratos en el ámbito familiar, malos tratos psíquicos, agresión sexual continuada, delito de amenazas y delito de asesinato en grado de tentativa.

Mientras el Ministerio Público solicita una indemnización de 20.440 euros, la acusación particular aumenta la solicitud hasta los 100.000.