Los asaltos a viviendas unifamiliares se incrementan en Vigo y su área metropolitana. Al menos tres individuos encapuchados, que vestían fundas de trabajo (monos) y guantes, asaltaron el lunes pasado una casa unifamiliar propiedad de un constructor en el municipio de Mos, concretamente en A Baixada a Guizán. El robo fue grabado por las cámaras de vigilancia y se perpetró a primeras horas de la noche de forma muy similar a la que se emplearía al día siguiente en el domicilio del ex alcalde vigués Manoel Soto en la parroquia de Bembrive.

En la vivienda, dotada de bajo y dos plantas, se ubican cuatro apartamentos pertenecientes a la misma familia y las oficinas de la empresa constructora. Los ladrones se afanaron en la búsqueda de una caja fuerte que no existía. Al no conseguir sus propósitos optaron por llevarse diversas joyas y relojes que hallaron en distintas habitaciones.

El hecho de que en la planta baja se ubique la empresa debió hacerles pensar en la existencia de una caja fuerte, sin embargo los propietarios no disponen de ella como prevención ante hechos similares.

"Un golpe estudiado"

Se sospecha que los asaltantes estudiaron durante dos semanas antes el lugar y los movimientos de las personas que habitan la vivienda. Aprovecharon para acceder a la casa que el lunes, sobre las 19.00 horas, una de las dueñas de la empresa que atiende la oficina se tuvo que ausentar para recoger a unos trabajadores que estaban en una obra en Moaña.

Los delincuentes, a sabiendas que no había ninguna otra persona allí, cortaron la verja que da acceso al jardín con una cizalla. Después fueron violentando la puerta que da acceso a la oficina de la empresa familiar y las de los apartamentos.

Su profesional forma de actuar hizo que ninguno de los vecinos del lugar se viera alertado por ruidos extraños que pudieran delatarlos. Una vez dentro de los diferentes domicilios comenzó el saqueo.

En su afán de encontrar dinero cuanto antes dejaron tras de si las secuelas de haber revuelto todos los cajones y armarios. También causaron daños en algunos sofás que apartaron de su ubicación buscando algún escondite de dinero en efectivo.

Finalmente, el botín que consiguieron se resumió en diversas joyas y relojes que fueron localizando a medida que saqueban los apartamentos, siempre según fuentes de la familia afectada.

Es posible que hubieran prolongado su estancia en la casa con el fin de hallar lo que más anhelaban, el dinero. Pero la inesperada llegada de una mujer y su hija en un coche, ocupantes de uno de los apartamentos, los puso en alerta y propició su rápida huida por la parte de atrás de la vivienda.

El ruido de las ruedas del vehículo sobre la gravilla del jardín, antes de meter el coche en el garaje, pudo provocar que los ladrones se dieran cuenta de que llegaba alguien a la casa.

Sin correr más riesgos y al no haber hallado una caja fuerte optaron por marcharse y lo hicieron por la misma ventana que habían utilizado para introducirse en la vivienda. Los afectados creen que fue lo mejor que pudo pasar porque, de no ser así, quizá la mujer y su hija se hubieran encontrado con los asaltantes y ello habría complicado mucho más las cosas.

Mientras la Policía busca pistas sobre el asalto al chalé del ex alcalde vigués, cuya hija fue retenida por los ladrones, otros dos chalés de una urbanización de Samil fueron también objeto de robos en los últimos días, si bien con sus propietarios ausentes.