Los Mossos d'Esquadra han detenido a once personas como presuntos integrantes de una red de inmigración ilegal que habría introducido en España a unas 2.000 personas originarias de Marruecos, a los que cobraba entre 6.000 y 9.000 euros. El volumen de la estafa podría superar los 15 millones de euros, entre lo que se habría cobrado a los inmigrantes y lo que habrían estafado a Hacienda y a la Seguridad Social, ya que los detenidos habían creado empresas para favorecer el funcionamiento de la red.

A los inmigrantes se les facilitaba un pre contrato de trabajo a nombre de las empresas que habían creado, algunas de las cuales estaban inactivas, para conseguir un visado de entrada. A partir de ese momento, algunos de los inmigrantes trabajaban en las empresas de la banda durante unos meses, sin sueldo ni contrato de trabajo ni afiliación a la Seguridad Social. Otros inmigrantes, una vez habían pagado, eran dejados a su suerte en Marruecos y debían llegar a España por su cuenta.