Un coche que iba de Gran Vía hacia Venezuela irrumpió ayer en la acera y tras llevarse por delante una valla, un semáforo y una moto aparcada, casi se empotra contra El Corte Inglés. El conductor dijo que pegó un volantazo para evitar arrollar a un peatón que cruzaba en rojo. Milagrosamente no hubo ningún herido.