El juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona decretó la libertad provisional para Alejandro Martínez Singul, el "segundo violador del Eixample", por presuntos abusos sexuales en la estación de Arc de Triomf de Barcelona, pese a que Singul continúa en la cárcel por otro delito.

El juzgado de Instrucción número 4 tomó declaración a Alejandro Martínez Singul en relación a la denuncia interpuesta contra él por un presunto delito de abusos sexuales que tuvo lugar en la estación de trenes de Arc de Triomf, poco más de una semana antes de que Singul fuera detenido, el pasado día 9 de junio, por un delito cometido en Perpiñán por el que fue condenado en rebeldía, en Francia, a un año de prisión.

Tras la rueda de reconocimiento del acusado, el juez tomó declaración a Martínez Singul y lo dejó en libertad por esta causa, ya que ninguna de las partes solicitó prisión.

La causa continúa abierta por un delito de intento de abusos deshonestos y por una falta de lesiones y seguirá su trámite habitual en el juzgado de instrucción.

La resolución no es firme y contra la misma puede interponerse recurso de reforma en el plazo de tres días ante el mismo juzgado.

Martínez Sigul, condenado en 1992 a 65 años de cárcel por una decena de agresiones sexuales a niñas y adolescentes de entre 9 y 18 años, salió en libertad en mayo de 2007 tras cumplir el máximo de 16 años de condena que le correspondían, según el Código Penal anterior a 1989, sin que constara que estuviera rehabilitado.

El caso del "segundo violador del Eixample" reabre el debate sobre la vigilancia cautelar de los presos reincidentes. Así lo ha expresado la fiscal superior de Catalunya, Teresa Compte, que cuestionó ayer si la "vigilancia puntual es suficiente" o no. Aseguró, igualmente, que una de las medidas para reducir la reincidencia en casos de ex presos condenados por delitos graves sería la "vigilancia de conducta", para lo cual sería necesaria una reforma legislativa.

Su primera excarcelación generó un gran debate sobre las medidas que se deben adoptar en casos de violadores reincidentes que no logran rehabilitarse. La Fiscalía de Catalunya informó de que, debido al riesgo de reincidencia y al "peligro evidente para la seguridad de las personas", ordenó que la policía le controlara puntualmente.