La Policía Nacional ha detenido a un subinspector de este Cuerpo en Torrejón de Ardoz y a 37 personas más, la mayoría trabajadores de diferentes empresas del aeropuerto de Barajas, acusados de tráfico de drogas, blanqueo de capitales e inmigración clandestina.

Según ha informado hoy la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, la denominada Operación Rosales comenzó con la investigación de un subinspector de la Comisaría de Torrejón de Ardoz que supuestamente regentaba junto a su mujer dos bares de copas en los que se traficaba con droga y se blanqueaba el dinero que conseguía el grupo, dedicado al tráfico de estupefacientes.

Finalmente han sido detenidos en Madrid este subinspector y su mujer, varios trabajadores de diferentes empresas que desarrollan su actividad en el aeropuerto de Barajas y varios empleados de una compañía aérea de bajo coste que opera en el mismo, así como un total de 17 personas en Valencia.

Además de los 38 arrestados citados, en la Operación Rosales también han sido detenidas otras nueve personas acusadas únicamente de estancia irregular en España, según ha detallado la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil.

Todos los detenidos son de nacionalidad colombiana o de origen colombiano, aunque nacionalizados en España, a excepción del subinspector.

El juez ha decretado el ingreso en prisión de 26 de ellos y ha dejado al resto en libertad con cargos y con medidas cautelares para asegurar su presencia en futuras actuaciones judiciales.

La "compleja" investigación la comenzó hace ocho meses la Unidad de Asuntos Internos, ya que se sospechaba de un subinspector del Cuerpo Nacional de la Policía destinado en Torrejón de Ardoz.

La Policía confirmó la existencia de un grupo organizado dedicado principalmente al tráfico de estupefacientes, y a otros delitos como el blanqueo de capitales, la falsificación y la inmigración clandestina, a través de "matrimonios blancos" (de conveniencia) y falsedades.

El líder del grupo es Diego León C.S., que tiene dos reclamaciones judiciales en vigor: una de búsqueda, detención e ingreso en prisión por la Audiencia Nacional por proposición para el asesinato, y otra de búsqueda y detención por un juzgado de Torrejón en relación con una agresión en la que presuntamente esgrimió un arma de fuego.

Una parte del grupo estaba en Madrid y se dedicaba a la introducción y distribución de cocaína en España, y otra estaba en Valencia.

En Valencia se ha detenido al máximo responsable, Juan José C.T., y a dieciséis individuos más, alguno de ellos funcionarios de la Administración y todos acusados de falsificación de documentos e inmigración clandestina.

En Madrid la operación se desarrolló en dos fases, la primera, el pasado día 11, cuando se intervinieron en el aeropuerto de Barajas un paquete postal y una maleta procedente de Caracas que supuestamente debían embarcar hacia Ibiza, pero que varios empleados del aeropuerto "debían distraer" para quedarse con los 17.235 gramos de cocaína que contenía.

En este momento fueron detenidos nueve trabajadores de diferentes empresas que desarrollan su actividad en el aeropuerto dedicadas a la carga y descarga, reparto de maletas y paquetería.

En una segunda fase fueron detenidos varios empleados de una compañía aérea de bajo coste y varios supervisores de empresas de asistencia en tierra ("handling") del aeropuerto, conductores de los autobuses que llevan a los pasajeros de las terminales a los aviones, coordinadores de turno y maleteros.

También fueron detenidos el subinspector de Policía de Torrejón de Ardoz y su mujer, ya que el primero daba supuestamente cobertura a la organización y participaba en ella de distintas formas, como consultando bases de datos.

Su mujer ejercía de testaferro y regentaba junto a su marido dos bares de copas de Torrejón, "Los Rosales" y "Sabor a Caney", donde "se traficaba al menudeo y se blanqueaban los beneficios de la banda", según las mismas fuentes.

La colaboración durante la Operación Rosales con policías de otros países permitió intervenir 33 kilos de cocaína en Perú y uno en Bruselas, cuyo destino era el grupo desarticulado ahora.