El detenido se encontraba tirado en el suelo de una calle de la ciudad, sin poder moverse, tras escapar de una vivienda a la que le habían trasladado cinco extranjeros para que expulsara la droga, según informaron a Europa Press fuentes de este Cuerpo.

El hombre, de 38 años, llegó a Valencia el pasado fin de semana, procedente de Bolivia, tras ingerir unas 60 cápsulas de cocaína. En el aeropuerto fue recogido por cinco extranjeros, quienes lo llevaron hasta un chalet para que expulsara las bolas. En total, consiguió deshacerse de la mitad de las consumidas.

Ante el temor de que estas personas lo mataran por no poder expulsar el resto de la mercancía, el hombre aprovechó un descuido para escapar de la vivienda y deambuló por diferentes calles de Valencia hasta que finalmente esta madrugada algunas personas avisaron a la Policía de que el hombre estaba tumbado en el suelo y que no podía moverse.

La Policía, que en un principio pensó que se trataba de un servicio humanitario, se trasladó hasta la calle reseñada, y una vez allí, éste les contó todo lo que le había pasado y les pidió ayuda porque se encontraba en mal estado.

Los agentes recabaron todos los datos y detuvieron a este hombre, que fue trasladado al Hospital Clínico de la ciudad para ser tratado. En el centro le consiguieron extraer una cápsula más tras una exploración del recto, aunque para el resto será necesaria una intervención quirúrgica.

Hasta que se le practique, se encuentra ingresado y custodiado por los agentes en el hospital y, una vez esté recuperado, pasará a disposición judicial. Asimismo, la Policía trasladará la información a la brigada del Cuerpo Nacional para que continúe con la investigación y pueda localizar a los cinco extranjeros encargados presuntamente de recibir las cápsulas de droga.