Un hombre de 62 años de edad perdió ayer la vida al precipitarse al mar desde un acantilado de aproximadamente veinte metros de altura en el entorno de Punta Cabicastro, en Portonovo. La víctima, José Casás Martínez, un policía local de Pontevedra que se encontraba pescando en las rocas en compañía de su compañera sentimental cuando, por causas desconocidas, perdió el equilibrio y cayó al agua. Los intentos por reanimarlo resultaron infructuosos.

El incidente se produjo a las seis y diez de la tarde. A esa hora, el Servizo de Xestión de Emerxencias de Sanxenxo recibió una llamada de alerta del 112 avisando de la posible existencia de una persona ahogada en Punta Cabicastro. El dispositivo se desplazó al lugar junto con una ambulancia del 061, miembros de la Policía Local, Protección Civil, Bombeiros de O Salnés, Guardia Civil de Sanxenxo y agentes de Salvamento Marítimo.

Según fuentes de este último equipo, el cuerpo fue localizado a las 18.30 horas. A continuación, una embarcación lo trasladó al puerto de Portonovo donde permaneció hasta la llegada del juez de Cambados, que procedió al levantamiento del cadáver pasadas las nueve de la noche. Al parecer, el fallecido presentaba un traumatismo craneoencefálico y, según sus allegados, padecía una dolencia cardiovascular. Se le practicará la autopsia para desvelar las causas exactas de la muerte.

Conmoción

José Casás Martínez desempeñaba su labor profesional como policía local en Pontevedra, si bien era natural del municipio de Poio. Efectivos de este cuerpo se mostraron ayer consternados ante el suceso ya que se trataba de una persona muy popular y apreciada por sus compañeros. La víctima deja además tres hijos de un matrimonio anterior.

En el momento de la tragedia se encontraba en compañía de su actual pareja, una mujer que precisó asistencia médica debido al shock emocional que le causó la muerte de su novio, con el que convivía desde hace algún tiempo, según apuntaron sus propios compañeros. En el lugar de los hechos se concentraron numerosos vecinos. Uno de ellos, una persona con acento extranjero, fue el encargado de avisar al 112.