Apenas 24 horas ha pasado el ourensano Rodrigo Barrio en Burgos, después de ser detenido el martes en la residencia de estudiantes de la Universidad Laboral de Ourense como sospechoso del asesinato de sus padres y su hermano menor el 8 de junio de 2004. La misma noche del martes fue trasladado a la capital burgalesa, donde se cometió el triple crimen, y ayer regresaba a Ourense, para asistir a los registros de la vivienda que sus padres poseían en Queirugás y del domicilio de su tía materna, con la que pasaba los fines de semana.

El sospechoso del triple asesinato prestó declaración el miércoles en Burgos y ayer al mediodía compareció de nuevo ante la Fiscalía de Menores de Burgos, que ordenó la apertura de nuevas diligencias sobre el caso. Tras una hora dando explicaciones ante el fiscal burgalés, el joven, de 19 años, partía en coche oficial y escoltado por varios agentes hacia el pueblo de Queirugás, en Verín, de donde era natural su madre, Julia dos Ramos, de 47 años.

El detenido y sospechoso del brutal asesinato perpetrado en el quinto piso del número 14 de la calle Jesús María Ordoño de Burgos, en 2004, llegaba a las 16.00 horas de ayer a Verín.

Renuncia del abogado

Le acompañaban una docena de agentes de la Policía Nacional, el fiscal jefe de menores de Burgos, un segundo fiscal, y una abogada de oficio que lo asiste, toda vez que el abogado de la familia Dos Ramos, también presente en los registros, ha renunciado a tomarlo como cliente por posible "conflicto de intereses", tras pasar su cliente de denunciante a sospechoso.

Los alrededores de las dos viviendas registradas permanecieron acordonados 5 horas, mientras los agentes de la Policía Judicial y Científica de Burgos registraban la vivienda que el matrimonio asesinado poseía en Queirugás y el domicilio en el que Rodrigo Barrio pasaba los fines de semana.

Ante la atenta mirada del detenido, los policías buscaron pruebas fehacientes que lo relacionen con el asesinato de sus padres, Julia dos Ramos, de 47 años, y el burgalés Salvador Barrio, de 53, así como de su hermano menor, de 12 años.

Custodiado por la Policía, Rodrigo Barrio abandonó ayer Queirugás a las 21.00 horas con la cabeza camuflada con una prenda de ropa amarilla y en el asiento trasero de un vehículo de la policía para evitar a los fotógrafos y a los escasos vecinos que se acercaron hasta el cordón policial.

El titular del Juzgado de Instrucción 2 de Burgos, que instruye el caso, ha decretado el secreto de sumario, por lo que de momento se desconoce si el joven ourensano será internado en un centro mientras permanece "a disposición judicial" o se busca una solución alternativa para él.

En el momento del crimen el detenido tenía 16 años, por lo que de ser finalmente condenado, se le aplicaría la Ley del Menor, que establece una pena máxima para el delito de asesinato de ocho años, que cumpliría internado en centros específicos y no en una prisión habitual.

Diligencias secretas

Mientras no se desvelan detalles sobre las pruebas de las que se dispone contra el joven, los vecinos de Verín que lo conocen desde niño asisten atónitos al desenlace de un suceso que nunca habían llegado a olvidar, pero que estos días reviven con dolor.

El director del Instituto Taboada Chivite de Verín, Juan Guerra, donde estudió Rodrigo, manifestaba ayer que le parece "imposible" que el joven sea el autor del macabro asesinato porque su comportamiento era"impecable" con alumnos y docentes.

Una visión que contrasta con la de algunos vecinos de Queirugás, que afirman que el joven "era solitario y cuando visitaba el pueblo los fines de semana apenas hablaba con nadie ni saludaba, aunque cuando lo hacía solía hablar del crimen".