El vecino de Caldelas de Tui Óscar M.T.G., de 76 años, se enfrenta a una pena de 14 años de prisión por la muerte a hachazos de su vecino y capitán retirado de la Guardia Civil Miguel A.R.O. en febrero de 2005. El acusado, que permanece desde entonces en prisión provisional, será juzgado el próximo 12 de abril en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra.

El fiscal considera al acusado responsable de un delito de homicidio y otro de amenazas, ya que supuestamente amenazó a la sobrina del fallecido, llamándola "hija de puta" y diciéndole "te voy a matar". Además, la familia de la víctima ya había denunciado al supuesto homicida porque llevaba entre cinco y seis años amenazando y acosando a esta mujer.

Según la versión de los hechos que sostiene el fiscal, sobre las cinco y media de la tarde del 21 de febrero de 2005 la sobrina de la víctima pasaba por delante de la casa del acusado y éste le salió al paso con un hacha en la mano amenazándola. Cuando la mujer echó a correr, la persiguió, despertando el interés de una vecina que, al oir los gritos, salió de su vivienda y habló al acusado para entretenerlo y que ella pudiese escapar y refugiarse en casa de su madre. Una vez dentro de esta vivienda, la madre salió a defenderla, a lo que el acusado supuestamente tiró una piedra grande sin llegar a darle.

Discusión y forcejeo

Acto seguido, la amenazada contó lo sucedido a su tío Miguel A.R.O., y éste se dirigió a la vivienda del procesado entrando por el portal con una horma de zapato en la mano, siempre según la versión del fiscal. Ambos hombres se enzarzaron en un forcejeo que derivó en pelea, durante la cual el acusado asestó a su contrincante, entre otros, un fuerte golpe con un objeto contundente en el lado derecho de la cara, lo tiró al suelo y finalmente le dio otro golpe en la región temporo-parietal izquierda.

Como consecuencia de los golpes, el capitán retirado de la Guardia Civil, casado de 82 años, falleció.

La autopsia realizada en Vigo revela que la causa de su muerte fueron dos golpes en la cabeza que el acusado supuestamente propinó con la parte posterior del hacha que apareció en el mismo lugar de los hechos. Además el cadáver, hallado en la finca del acusado, presentaba hematomas y contusiones en diversas partes del cuerpo, excoriaciones en los dedos de la mano izquierda y erosiones punteadas en ambas rodillas.