La desaparición de Yéremi Vargas cumplió ayer una semana sin que se haya encontrado ni el más mínimo rastro que ofrezca una pista sobre su paradero. La búsqueda se intensifica: más de mil personas, entre voluntarios de Cruz Roja y Protección Civil, miembros del GEAS, agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional y Local y amigos y vecinos de la familia, seguían ayer realizando rastreos.

Desde primeras horas de la mañana un nutrido grupo de voluntarios, a los que también se sumaron miembros del Ejército del Aire, se concentraron en el muelle de Arinaga para organizar el rastreo que se desarrollará este fin de semana en todo el litoral del este y sur de la isla de Gran Canaria.

Tras siete días de infructuosa búsqueda, en los que no han faltado las "falsas alarmas" sobre su aparición, el concejal de Seguridad del municipio de Santa Lucía, Luis Campos, dijo que la familia vive este día con "especial tristeza" pero, al mismo tiempo, "fuerte por el ánimo que les da la respuesta ciudadana" con la que se ha acogido este caso.

Además de por mar, a Yéremi Vargas también se le buscará por tierra, unas tareas en las que participarán cientos de personas acompañados por voluntarios de clubes de 4X4. Para hoy, además, está previsto que cerca de un millar de motoristas, algunos llegados desde Tenerife, recorran toda la isla de Gran Canaria para distribuir carteles del niño y colaborar así en las tareas de búsqueda. Se trata, según Campos, "de no cejar en el empeño hasta encontrar a Yéremi".