El calvario que están pasando los allegados del pequeño Yéremi Vargas lo conocen perfectamente miles de familias españolas. La Policía Nacional y la Guardia Civil buscan a más de 12.000 personas que permanecen desaparecidas en todo el país. Sin embargo, sólo un 0,1 por ciento de las denuncias son catalogadas como de "alto riesgo" o "inquietantes", como es el caso de este niño grancanario de 7 años al que se le perdió la pista hace ya una semana.

Del total de desaparecidos, casi 9.000 están siendo investigados por la Policía Nacional y unos 3.000 por la Guardia Civil, según los últimos datos, relativos a diciembre de 2006. El grupo de "alto riesgo" son una parte mínima de las denuncias. "Son desaparecidos en contra de su voluntad y detrás de cada caso se esconde un delito de secuestro, violación, asesinato...", explican fuentes policiales, que agregan que los "más preocupantes" suelen ser desapariciones de mujeres jóvenes. "Detrás suele haber delitos de tipo sexual", precisan. La Policía Nacional da una idea al aportar el siguiente dato: de las 14.630 denuncias de 2006, sólo 15 ó 20, es decir un 0,1 por ciento, se consideraron de alto riesgo.

El caso de Yéremi es el único de menores que actualmente investiga la Guardia Civil. Hay otras denuncias de niños que se encuadran en los "secuestros parentales". "Las localizaciones de menores se suelen producir en las primeras horas. Son muy frecuentes las desapariciones en adolescentes, en niños de 12 ó 13 años que tras una disputa con los padres se van pero regresan enseguida. El caso de Yéremi es muy alarmante -aseguran- porque es un niño de muy corta edad y han pasado ya muchos días".

Es fundamental denunciar rápido una desaparición. En el momento en que una policía hace un señalamiento del caso tienen conocimiento todas las bases policiales de España (Policía Nacional, Guardia Civil, Mossos d'Esquadra y Ertzaintza) y los países europeos unidos al tratado de Shengen.

La mayoría de las denuncias se resuelven pronto. De las 5.028 presentadas en 2005 se resolvieron 4.832. Aún así, saben que en la mayoría de las ocasiones no se trata de personas desaparecidas como tal: pueden ser adultos que han decidido irse de su casa o adolescentes que vuelven enseguida y no retiran la denuncia.

Las familias pasan un suplicio. "Los casos de ancianos con demencias suelen acabar muy mal", explica Manuel Jaime, presidente de InterSos, una asociación de familiares de desaparecidos de Cataluña. "Cuando se pierden tienen miedo y se esconden. Es difícil encontrarlos. Los restos de mi suegro fueron hallados cuando allanaron el terreno para una obra en Barcelona", afirma.

Y aumentan las desapariciones de extranjeros. El 25% de los casos que hay en España son de este sector de la población.