El modo de actuar de los jóvenes era prácticamente el mismo en la mayoría de los casos, lo que permitió a los investigadores relacionar los robos cometidos en los últimos meses y que ahora se imputan a estos chicos.

Los detenidos accedían a los establecimientos comerciales o a los domicilios particulares utilizando en ocasiones una palanca para forzar las puertas o las ventanas. También solían usar los gatos hidráulicos de los vehículos para violentar

los barrotes de las rejas de seguridad de las instalaciones a las que accedían.

La operación todavía no está cerrada, por lo que no se descarta que el número de robos que se impute a los detenidos sea mayor.