encarnación bouzas | Coordinadora autonómica de Trasplantes

“Nuestros médicos no tienen nada que envidiar a los de EE UU o Inglaterra”

“La fabricación de órganos en el laboratorio será a muy largo plazo”

Encarnación Bouzas.

Encarnación Bouzas.

-Galicia es referente en el trasplante de órganos. ¿Somos un lugar hacia el que deba mirar el mundo?

-Toda España es puntera es trasplantes, si bien hay equipos como el del Chuac, que hacen trasplantes de corazón, cuyos profesionales son reconocidos a nivel mundial. Nuestros facultativos no le tienen nada que envidiar a ni Estados Unidos ni Inglaterra ni a ningún otro sitio.

-Es llamativo el ascenso en el número de donantes, ¿existe alguna razón concreta?

-Realmente nunca se sabe. Los donantes dependen de los fallecimientos que haya y de los que después se acepten. Además, no todo el mundo que quiere puede ser donante.

-Las condiciones en las que debe fallecer un donante son concretas. Con todo, ¿existe un perfil de donador?

-Hoy en día el perfil es un varón de alrededor de 60 años y que normalmente fallece por un accidente cerebrovascular o un infarto o hemorragia cerebral. Esto cambió a lo largo de los años. Hace un par de décadas era un varón joven que fallecía en un accidente de tráfico, pero gracias a las campañas de la DGT estos descendieron muchísimo. Los equipos tuvieron que espabilar.

-¿En qué sentido?

-En el de tener que empezar a trasplantar unos órganos que a lo mejor no eran tan buenos como podían ser, lógicamente, los de una persona más joven y sana. Pero la verdad es que el modelo español se adaptó perfectamente a las nuevas circunstancias.

-Ante el aumento en el número de trasplantes registrados, ¿será preciso incrementar el número de profesionales?

-No, el aumento no es tanto. En Galicia tenemos equilibrio entre la gente que va entrando en las listas de espera y la que se va trasplantando. Otra cosa es que esos equipos se tendrán que ir renovando por las jubilaciones. Pero no hace falta abrir más programas de trasplante, porque, además, para ello, hace falta tener mucha experiencia y certificar que vas a realizar trasplantes suficientes al año como para que esté abierta.

-¿Ha llegado Galicia, entonces, a su techo de trasplantes?

-Lo que ocurre, realmente, es que aparecen nuevos tratamientos que hacen que no haya que llegar a un trasplante. Ejemplo de esto es que mucha gente que necesitaba un hígado padecía hepatitis C y en estos últimos años aparecieron unos tratamientos espectaculares para tratarla. Esas personas, la inmensa mayoría, un 99%, se curan y ya no necesitan llegar a quirófano.

-Está claro que las investigaciones que se están realizando marcarán el futuro...

-Lo cierto es que se está investigando mucho con nuevos organelos y medicaciones. Quizás en el día de mañana se puedan hacer órganos en los laboratorios y no se necesiten tantos trasplantes, pero que son cosas muy largo plazo. Creo que todavía tendremos donación y trasplante durante relativamente bastantes años.

-La negativa familiar desciende de manera progresiva. ¿Significa esto que hay cambios en la sociedad gallega?

- Antes, la negativa familiar era mayor porque en Galicia había mucho culto a la muerte, mucha preocupación. Hay un cambio social. Ahora la gente está más informada y la negativa ha cambiado. No digo que ahora no haya, pero antes la gente se preguntaba cómo quedaría el cadáver. Hoy en día la gente está más informada de que en ese sentido no va a haber ningún problema, que ese cadáver se puede velar igual que si no fuera donante.

-¿Pueden, entonces, las nuevas generaciones ser más donantes?

-Llevamos muchos años dando charlas en los centros educativos, sobre todo en Secundaria y Bachillerato. Si desde joven te inculcan que esto es un proceso natural, se empieza a ver un cambio en la tendencia.

-Es conocido que en verano suelen descender notablemente las donaciones de sangre. En el caso de los órganos, ¿hay alguna tendencia?

-En el caso de los donantes de órganos, influye más el tipo de patologías que hay en cada época del año, porque, por ejemplo, hay muchos más accidentes de los cerebrovasculares en otoño y en primavera.