Entrevista | Pepa Horno Psicoterapeuta, colaboradora con Unicef

“La peor herida para un niño es el abandono”

“Cuando trabajas de sol a sol y no estás presente en la vida de los hijos, los dejas solos”, alerta la psicóloga

Vigo, Casa del Libro. Pepa Horno Goicoechea, terapeuta sobre trauma

Vigo, Casa del Libro. Pepa Horno Goicoechea, terapeuta sobre trauma / Alba Villar

Mar Mato

Mar Mato

La psicóloga y psicoterapeuta vasca Pepa Horno acudió ayer a Vigo para presentar el libro “Aprendiendo a habitarnos” (Desclée de Brouwer) donde ofrece un modelo psicoterapéutico para profesionales que acompañen a personas con historias de trauma. La experta, que ha colaborado en programas con Unicef, estuvo acompañada por la psicóloga Ana María Sieiro (de Achega) y Julio Barreiro, director de Arela.

–Detrás de muchos traumas, hay violencia sufrida en la infancia. Se aconseja la detección precoz, pero ¿cómo localizarlo e identificarlo de manera temprana?

–La clave es ver que el pequeño cambia de la noche a la mañana sin explicación aparente. Es un niño que antes iba contento al colegio y que ahora quiere dejar de ir; dormía bien y ahora ya no; comía sin problemas y ahora ya no come bien; antes sonreía y jugaba y ahora deja de hacerlo. Es una forma de manifestar el dolor que están viviendo. Comienzas a ver todo esto acumulado y como madre, padre, profesora o entrenadora deportiva o cualquier adulto del entorno te das cuenta de que pasa algo pero no sabes qué es exactamente. Una de las claves del trauma es que aunque el niño no sea capaz de hablar de él, se ve en su conducta.

Vigo, Casa del Libro. Pepa Goicoechea, centro, terapeuta sobre trauma.

Vigo, Casa del Libro. Pepa Goicoechea, centro, terapeuta sobre trauma. / Alba Villar

–Pero, ¿qué se puede hacer?

–Si los adultos están formados y entienden que esos cambios tienen relación con lo que le está pasando al niño pueden detectar el trauma. Pueden acercarse a él y preguntarle qué le está pasando. Es posible que tu hijo o hija sea víctima de violencia o que la esté presenciando o incluso sea agresor o agresora. Hay que entender que un niño o niña que comete agresiones tiene un trauma detrás.

–¿Qué líneas de actuación propone?

–Hay tres niveles de actuación. Primero, hay que lograr que los entornos de niños y adolescentes sean seguros. Se ha establecido por ley y es una responsabilidad social. Centros de enseñanza, polideportivos, patios, zonas de juego, municipios deben ser lugares seguros donde, aunque una persona quiera hacer daño, no pueda. La segunda línea es si no has podido impedir el daño y el trauma, es necesaria una intervención terapéutica especializada. Hace falta una formación específica. Todos los profesionales que tratan con niños deberían recibirla para garantizar la detección precoz. La tercera línea de trabajo es introducir la formación en las escuelas y familias. Hay determinados contenidos que hay que trabajar con nuestros hijos e hijas. Hay que enseñarles qué significa el afecto, a distinguir indicadores de riesgo para identificar situaciones de riesgo. El maltrato infantil no lo hacen desconocidos, llega por personas que conocen y quieren. Por eso, les es difícil identificarlo.

Vigo, Casa del Libro. Pepa Goicoechea, terapeuta sobre trauma

Vigo, Casa del Libro. Pepa Goicoechea, terapeuta sobre trauma / Alba Villar

–Se sabe la teoría pero al aplicarla surgen obstáculos...

–Surgen dudas.Tiene que ver también con el trabajo personal de los adultos. Tienen que hacer un proceso para hablar de esos temas, sino van a educar sus hijos en esas carencias. Uno no educa con lo que dice, sino con lo que hace.

–Para los profesionales también se torna difícil.

Ninguna de las carreras que trabajan con niños tienen formación específica en trauma, ni la Psicología, Psiquiatría, Trabajo Social, Magisterio... Como profesional debes formarte en la psicología del vínculo y del trauma.

El trauma no es una experiencia dolorosa, al trauma lo define el miedo

Pepa Horno

— Psicoterapeuta

–Usted en un seminario alertaba que entendemos el trauma como algo puntual cuando puede ser algo extendido en el tiempo.

–Cuando pensamos en un trauma pensamos en un accidente de coche, un tsunami, un evento que viene de fuera y es estresante. El trauma no es una experiencia dolorosa. Al trauma, lo define el miedo. Es una experiencia que te produce tanto miedo que te paraliza al tiempo que tienes la sensación de que tu vida está en riesgo. Esa sensación la tienes cuando eres una niña o un niño, dependes de tus padres a todos los niveles, y esas figuras en vez de hacerte sentir tranquilo te generan miedo. Si cada día le digo a mi hijo que es un inútil, que no va a llegar a ningún sitio, que no sirve para nada, genero miedo, porque va a crecer convencido de que no lo valoran, de que no va a poder desarrollarse o protegerse. A veces, les pasamos nuestros propios miedos a los hijos incluso de forma inconsciente. Cuando los llevamos a una excursión del colegio, la frase que deberían oír es ‘pásatelo bien’ pero oyen ‘ten cuidado’. Hay traumas que se producen por acumulación. Sufrimiento y dolor todos los pasamos en la vida, pero el miedo paralizante es el que produce el trauma. Cuando tengo miedo, no como, no duermo, no crezco... estoy dedicada a sobrevivir, a vigilar por dónde vendrá la siguiente agresión.

Pepa Horno.

Pepa Horno. / E.D.

–El libro que presenta establece un proceso de psicoterapia para tratar el trauma.

–Una de las cuestiones es que los profesionales de la psicología no estamos acostumbrados a sistematizar lo que hacemos, entonces no se puede replicar. Yo he sistematizado un modelo para trabajar el trauma con adultos en el que llevo trabajando 30 años y que he visto que funciona para que a otros profesionales le puedan servir.

–¿Hay algunos traumas peores que otros?

–El trauma es por acción o por omisión. El peor trauma, la peor herida, para un niño es el abandono. Las personas tienen que saber que es importante estar presente, el día a día, que tus hijos se levanten y se acuesten contigo, que cuando tengan un problema te enteres porque estás ahí y ves al recogerlos del colegio que han llorado. Tu simple presencia es protectora. Le diría a las familias que cuando uno trabaja de sol a sol y no está presente en la vida de los hijos los deja solos.

–La vorágine del día a día tiene muy atadas a las familias...

–Hay que organizarse. No se puede tener hijos en cualquier caso y de cualquier manera. Yo soy madre soltera y siempre digo que la maternidad y la paternidad son amor y logística. He empleado mucho tiempo en organizar la logística y en la relación afectiva. He tirado de mi red en muchos momentos para que cubiriesen espacios y tiempos en los que yo no podía estar.

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