Bombardeo digital

La capacidad de atención de los adultos cae en picado: solo aguantamos 45 segundos en una misma pantalla

Psicólogos e investigadores del cerebro alertan de que el nivel de concentración ha bajado un 70% en dos décadas

Dos mujeres, esperando el vagón del metro, en Madrid.

Dos mujeres, esperando el vagón del metro, en Madrid. / DAVID CASTRO

Olga Pereda

¿Cuánto tiempo, de media, se mantiene un trabajador en una misma pantalla antes de desviar su atención a otro dispositivo o estímulo? En el año 2004, la media era de 150 segundos (dos minutos y medio). En 2012 bajó a 75 segundos. Y en 2021 cayó a 45 segundos. Es decir, la capacidad para concentrarnos ha caído un 70% en dos décadas. Así lo sentencia uno de los muchos estudios llevados a cabo entre trabajadores intelectuales de 25 a 50 años por la investigadora estadounidense Gloria Mark, doctora en Psicología con tres décadas de experiencia estudiando la relación entre el cerebro y la tecnología digital. Sus experimentos ponen números a una realidad palmaria: estamos perdiendo capacidad de atención. Esa es la mala noticia. La buena es que se puede recuperar.

Lejos de ser vasta, la atención es un bien escaso. E importante dado que está considerada “el corazón de la inteligencia”, según explica la catedrática de Psicología Charo Rueda, responsable del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva del Desarrollo de la Universidad de Granada. La investigadora recuerda que hay dos tipos de atención: la automática (algo que responde a nuestra biología y que consiste en reaccionar, por ejemplo, ante el pitido de un coche o la alarma de incendios) y la ejecutiva, que depende de nuestro esfuerzo y que es sinónimo de estar concentrado. Es fundamental para leer y comprender un texto.

La atención está muy cotizada

El imparable desarrollo de la tecnología digital y el bombardeo de webs, notificaciones, alertas, mensajes, correos, llamadas y reclamos publicitarios está provocando que cada vez sea más difícil concentrarse. “Hay muchos estímulos compitiendo, hay muchas empresas que luchan por captar tu atención, que está muy cotizada. Eso hace que perdamos capacidad atencional, que es lo que regula la entrada de información en el espacio mental de trabajo”, subraya la profesora Rueda.

“Hay muchos estímulos compitiendo, muchas empresas que luchan por captar tu atención. Eso hace que perdamos capacidad atencional, que es lo que regula la entrada de información en el espacio mental de trabajo”

Charo Rueda

— investigadora y catedrática de Psicología

El “profundo deterioro de la capacidad de atención” es uno de los motivos que ha llevado a más de cien personalidades del mundo de la universidad, la cultura, la educación y la empresa a firmar el Manifesto OFF, presentado oficialmente hace unos días en Madrid. “Estamos asistiendo a un desaprendizaje alarmante de ciertas funciones consustanciales al ser humano, como la memoria, la orientación, el razonamiento o la capacidad crítica”, reza la declaración.

¿Hay alguna escapatoria al bombardeo digital o estamos condenados a vivir así? Diego Hildago, empresario de origen francés y promotor del Manifesto OFF, se revuelve ante esta pregunta. “Lo vivimos como una fatalidad, como si no hubiera salida. Pero sí que tenemos opciones de escapar, el problema es que la batalla es muy difícil”, responde.

Deterioro de la capacidad cognitiva

Autor del ensayo 'Anestesiados, la humanidad bajo el imperio de la tecnología', el divulgador pide a la sociedad que tome conciencia de la gravedad del problema que “todos estamos viviendo” de la mano de una relación “descontrolada” con la tecnología. “Hay herramientas digitales muy sofisticadas y potentes que tienen una misión: explotar las vulnerabilidades humanas. Una clara manifestación de todo esto -concluye Hidalgo- es la pérdida de atención y el deterioro de nuestras capacidades cognitivas”, que se suma al consabido y demostrado deterioro de la salud mental, especialmente entre los más jóvenes.

“Es ilusorio pensar que haciendo un pequeño esfuerzo y apagando nuestros dispositivos de vez en cuando vamos a ganar una batalla contra una tecnología diseñada para tomar el control”

Diego Hidalgo

— empresario y divulgador

Hidalgo no tiene 'smarthone' ni WhatsApp. Sí tiene correo electrónico, un teléfono tonto (sin acceso a internet, solo para llamadas) y firma una newsletter semanal en la que hace divulgación científica sobre el impacto de la tecnología. Asegura que si tuviera un móvil inteligente y mensajería instantánea carecería del nivel de concentración que requiere, por ejemplo, la escritura reposada de un libro. “No estamos en contra del modo on, pero reinvindicamos la función del off”, destaca el divulgador, que insiste en la importancia de tener momentos de desconexión.

El 5 de marzo se celebra, precisamente, el día internacional de la desconexión digital. Una buena noticia, pero de efectos mínimos. “Es ilusorio pensar que solo haciendo un pequeño esfuerzo y apagando nuestros dispositivos de vez en cuando vamos a ganar una batalla contra una tecnología puntera que está diseñada para tomar el control”, concluye Hildago.

¿Es el 'multitasking' un mito?

El estrés -que no solo proviene del bombardeo digital sino de otras angustias, como la inestabilidad laboral o los problemas económicos- “empeora nuestra capacidad para prestar una atención profunda”. Así lo sentencia el divulgador Johann Hari, autor de 'El valor de la atención. Por qué nos la robaron y cómo recuperarla', una 'biblia' sobre las capacidades cognitivas.

En su ensayo, Hari cita las investigaciones de Ear Miller, profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts, que ha constatado que la distracción tecnológica (recibir simples correos y llamadas) durante la jornada laboral provoca una caída de la capacidad intelectual de los empleados. “Nos hemos inventado un mito. Y ese mito es que podemos pensar en tres, cinco o diez cosas a la vez”, sentencia el investigador.

¿Es el 'multitasking' (multitarea, hacer o pensar varias cosas al mismo tiempo) un mito? “No sé si tanto como mito. Lo que sí es cierto es que una tarea sale mejor cuando ejecutamos una sola en lugar de varias”, responde la catedrática Rueda.

La profesora de la Universidad de Granada, autora del ensayo 'Educar la atención con cerebro', muestra su preocupación por el hecho de que la tecnología pueda sustituir la capacidad cognitiva del ser humano. “Hay alumnos que no ven la necesidad de elaborar trabajos universitarios porque, total, ChatPGT lo hace por ellos”, se lamenta.

YouTube en Harvard

Algunos profesores de Harvard -la universidad más prestigiosa del planeta- reconocen que les cuesta que sus alumnos y alumnas lean libros, incluso cortos. “Cada vez más les ofrecen la posibilidad de escuchar pódcast y ver vídeos de YouTube. Y hablamos de Harvard”, sentencia Hari.

“Antes se leía más en papel y ahora, en pantalla. Pero se lee igual”. Ante este argumento, la ciencia responde que no. No es lo mismo, y tiene nombre: inferioridad de pantalla. “Leer en papel fomenta la concentración y la atención. Hacerlo en una pantalla implica más estímulos”, concluye la doctora Rueda.

Suscríbete para seguir leyendo