El documental sobre el recodo más longevo de Galicia

La comarca quintuplica los datos de la isla japonesa Okinawa, el rincón de la vejez más reconocido

‘Celanova, tierra de inmortales’ es el primer trabajo audiovisual del director valenciano Óscar Jiménez

Fotograma del documental "Celanova, tierra de inmortales".

Fotograma del documental "Celanova, tierra de inmortales". / La Veu MEDIA Youtube

Adriana Quesada

“Esto es lo que le llamo yo un huerto porque es para todo tipo de siembra. Como te dije, para las patatas, para las nabizas, para las verduras... Y con este pedazo me distraigo muchísimo sembrando y comiendo lo que siembro, que sabe mucho más lo que siembras que lo que compras. Pero es que sembrar... No practiquen, porque si practican y se envician, yo me compadezco de su mala intención”.

Celanova es una comarca perteneciente a la provincia de Ourense que destaca por su amplia tradición cultural. Sin embargo, a pesar de que sea un dato poco conocido, es estadísticamente el territorio con más personas longevas. Contando con 273 centenarios por cada 100.00 habitantes, Celanova quintuplica los datos de la isla japonesa de Okinawa, que es mundialmente conocida por la avanzada edad de sus ciudadanos más ancianos.

Óscar Jiménez descubrió este dato por casualidad mientras leía los periódicos gallegos recién llegado de la universidad de Valencia a Santiago. Fue así como nació el documental Celanova, tierra de inmortales, que está disponible en YouTube en el canal de La Veu MEDIA.“Hice el programa de movilidad SICUE en mi último año y acabé en la USC, donde había tantos materiales a mi disposición que decidí que tenía que irme con algo que luego pudiera enseñar”, explica.

Partiendo de ese dato, encontrado por casualidad, él y su equipo comenzaron a trabajar: él como director, Andrés García como encargado de la dirección de fotografía, Sergio Gil y Carlos Menénedez del guión, Javier Bisús de la realización y Manuel García de la producción.

Expertos

La longevidad, las ganas de mantenernos en este mundo todo el tiempo posible no se limita únicamente a las ensoñaciones de la gente, sino que también es objeto de estudio de científicos y científicas del mundo. Así fue como contactaron con Chema Failde, presidente de la Sociedade Galega de Xerontología e Xeriatría; Miguel Ángel Vázquez, geriatra, y Ana B. Crujeiras, investigadora principal del Grupo de Epigenómica en Endocrinología y Nutrición del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela para que aportaran sus testimonios.

“Son autónomos, siguen yendo a trabajar a sus fincas”, señala Ana B. Crujeiras en el documental. Y es que, según estos expertos, uno de los motivos para que estas personas lleguen a esas edades en buen estado es que mantienen su ritmo de vida a lo largo de los años.

Búsqueda de centenarios

“Estuvimos llamando a los concellos, pero ninguno nos respondió. Al mes de empezar, un concejal nos escribió porque conocía a un señor que se llama Manuel, conocido como O chulo y que era un sinvergüenza. Así nos lo dijo”, cuenta Óscar. Manuel tenía 94 años, pero decidieron apostar por él bajo la premisa de que era una persona con mucho que contar.

“En cuanto le estreché la mano se me fueron las dudas. Conectamos totalmente”, explica. Para contactar con Carmen, su otra protagonista, se dedicó a llamar a los negocios de la zona en busca de alguien que conociera a una persona de cien años: “Di con una casa rural en la que me hablaron de una señora que acababa de cumplir cien años hacía dos meses”, recuerda.

Los dos protagonistas tenían muchas cosas que contar, pero totalmente distintas. Manuel tenía una actitud más vitalista de un hombre que había emigrado a Venezuela y vuelto a su aldea. Por otro lado, la vida de Carmen era diferente: “Pisó Ourense por primera vez a los 20 años, lo más lejos que ha estado en su vida es Vigo y con el paso del tiempo ha visto morir a mucha gente”.

De estas dos actitudes sacaron el equilibrio perfecto. Sin embargo, una de las cosas con las que se queda Óscar es con lo aprendido: “Tenemos que ser más egoístas y tener una vejez activa. En las ciudades cuando alguien se jubila pasa a estar a disposición de la familia sin ponerse por delante y eso no es así”.