Jo Nesbø | Escritor

“Soy un tipo bastante vago que recibe más atención de la que merece”

“Perder la cordura es mi miedo definitivo”, dice ante la edición de su nueva novela, una obra de terror: ‘La casa de la noche’

El escritor noruego 
Jo Nesbø.   | // ÁLEX ZEA

El escritor noruego Jo Nesbø. | // ÁLEX ZEA / víctor a. gómez

víctor a. gómez

Una lesión le apartó de ser una estrella del fútbol; fue broker y es cantante de rock y escalador. Pero, sobre todo, el noruego Jo Nesbø es escritor, el autor de novela negra escandinava más leído (55 millones de ejemplares). El padre del detective Harry Hole presenta ahora La casa de la noche, un desvío por los derroteros de otra pasión: el terror

–Hablemos de ‘La casa de la noche’. Dice que está inspirado en sus miedos de pequeño. ¿Qué era lo que más miedo le daba de niño?

–El primer terror que recuerdo es cuando mi madre me mandaba a la bodega a coger las patatas para la cena. Siempre imaginaba que en las estanterías había un pequeño hombre amarillo. Pensaba que si solo bajaba y no pensaba en aquello y saliera tan rápido como pudiera no habría problema. Sabía que estaba solo en mi cabeza pero es que entonces ya mi cabeza era muy intensa y activa... Así que bajaba pero siempre acababa mirando las estanterías para buscar al pequeño hombre amarillo. ¡Y allí estaba! [Ríe]

–Los adultos también tenemos miedos. ¿Cuáles son los suyos ahora mismo?

–Perder la cordura, es mi miedo definitivo. No tengo antecedentes en la familia que yo conozca pero he pasado tiempo cerca de personas con problemas mentales y sé que es un lugar muy frío y desagradable en el que estar.

–Es curioso que el protagonista del libro, Richard, no es particularmente agradable, incluso puede ser un ‘bully’ quizás como reacción a su condición de ‘outsider’.

–Richard es el clásico bully, el acosador que ha sido acosado.

–¿Y cómo era Jo Nesbø a esa edad adolescente?

–De alguna forma me atraían los bullies; en realidad, ellos se hacían amigos míos. Mis compañeros de clase me preguntaban: “Tú eres guay, ¿por qué tienes esos amigos tan malos? Odiamos a tus amigos”. Y yo respondía: “No lo sé, no son tan malos si los llegas a conocer”. No sé, eran carismáticos, dominantes, sí, pero también interesantes. Supongo que todo tiene que ver con mi curiosidad. He terminado escribiendo muchas historias sobre personas que han sido acosadas pero también sobre acosadores, desde su punto de vista. Con mis historias intento ir a lugares donde encuentro cosas que despiertan mi curiosidad, y uso mi imaginación para ver cómo es el mundo si eres, por ejemplo, un acosador, o un nazi o un pedófilo.

–La novela negra es una excusa para hablar de la condición humana y de los dilemas. ¿Qué le permite el terror que no se lo dé la novela negra?

–A menudo el terror es una historia moral, con más en común con los viejos cuentos de hadas que con otra cosa. Por ejemplo, en las historias de terror tradicionales americanas si tienes sexo antes del matrimonio, vas a morir; al final de la historia, la virgen es la que sobrevive. A veces necesitamos una excusa moral detrás de algo horrible sabiendo que hay una resolución de la historia, algo con una lección que aprender. Como, por ejemplo, no te desnudes demasiado pronto en la película [Ríe].

–Hablando de películas. Considera que más que un libro ‘La casa de la noche’, supongo que por su ritmo y su sugerencia visual, es un filme. ¿No se atreve a hacer directamente la película, a dirigirla? Bret Easton Ellis acaba de anunciar que debutará como director con una película de terror.

–Pues me sondearon una vez, los productores de Headhunters [una película basada en su libro homónimo]. Los de mi generación todos tenemos el sueño secreto de dirigir una película, así que dije: “OK, vamos a hacer un cortometraje para probar”. Y la verdad es que fue horrible: no consigues los actores que quieres, las localizaciones, el presupuesto... Fue más frustrante que satisfactorio. Como escritor tengo el presupuesto que quiero, los actores, las localizaciones... Ahora mismo estoy trabajando en una serie de televisión sobre Harry Hole, que se empieza a rodar en Oslo este verano. Y el director me ha pedido que yo dirija un episodio. Sé que me arrepentiré porque es mucho estrés pero he dicho que sí. Ya veremos...

–Futbolista, escalador... Pero tiene el trabajo más sedentario de todos: escribir. ¿Cómo mantiene en equilibrio ambas facetas?

–La gente, desde fuera, cree que hago demasiadas cosas pero, en realidad, tengo una hija veinteañera, escribo, escalo, a veces toco con mi banda y la mayor parte del tiempo lo paso haciendo nada. Básicamente, soy un tipo vago que recibe más atención de la que merece. El año pasado hice una ruta de escalada muy dura en Tailandia y los medios escribieron sobre ello. Un colega escalador me dijo. ”No escalas más ni más duro que nosotros, pero recibes más atención por esta ruta que nosotros durante una vida entera de escalada... ¡No es justo!”. Y no es justo [Ríe].

–Una curiosidad: me da la sensación de que igual que Richard usted también ha autografiado algún ejemplar de sus libros al pasar por una librería como regalo para un lector invisible.

–Oh, sí, lo he hecho muchas veces. Una vez, al principio de mi carrera literaria, estaba en Manila y vi que en una librería tenían Petirrojo [una de las novelas de Harry Hole] tras el mostrador y quería comprar algunos. Y le dije a la dependienta: “Yo soy el autor de estos libros”. Y me dijo: “Un momento, voy a llamar al jefe”. Y ahí se fue, mientras se formaba una cola muy larga en la librería y yo empezaba a sentirme avergonzado. Escuché a una mujer que decía en voz alta: “¿Jo? ¿Pero ése no es un nombre de mujer?”. [Ríe] Al final vino el jefe y me pidió si tenía algún documento de identificación para probar que yo era el autor. No llevaba nada encima, tenía el pasaporte en el hotel. Entonces me dijo: “Ok, si vienes mañana con tu pasaporte puedes firmar dos libros” [Ríe].