Arrestado por violar a sus sobrinos y compartir los vídeos con pedófilos

El agresor entró en un círculo pederasta que exigía aportar una grabación violando a un menor

Guillem Sánchez

La Guardia Civil detuvo en Barberà del Vallès (Barcelona) a un vecino de 52 años, originario de Melilla, por violar a dos sobrinos menores de edad, grabarlo en vídeo y compartir esos archivos con un grupo de pedófilos de España con los que intercambia regularmente archivos de pornografía infantil. Las dos víctimas, varones de corta edad, sufrieron agresiones sexuales por parte de su tío durante años.

Los investigadores de la policía judicial del instituto armado en Barcelona comprobarán a lo largo de los próximos meses si, como sospechan, hay más víctimas del mismo presunto violador. Por el momento, ha resultado únicamente posible identificar a los dos sobrinos, uno de sangre y otro político, que fueron agredidos reiteradamente por este pederasta, a espaldas de sus padres y desde que eran muy pequeños.

Los policías mantienen abierta la operación Duriel –bautizada así en alusión a un demonio de un videojuego– y se centran no solo en localizar más menores afectados sino también en tratar de identificar al resto de pederastas del macabro círculo de confianza al que pertenecía este detenido y que funcionaba de la siguiente manera: para ingresar hacía falta aportar vídeos en los que resultaran reconocibles perpetrando la violación de un menor.

De esta forma, sospechan los investigadores, los miembros que integraban este círculo de intercambio de pornografía infantil casera sellaban un contrato de confianza recíproca porque estaban compartiendo con el grupo material que los identificaba en la comisión de graves delitos. Varios de los miembros de este grupo de violadores de niños residen en España, según los indicios recabados.

La Guardia Civil recibió un aviso del Departamento de Seguridad Nacional de EE UU, cuyos miembros detectaron en internet la existencia de un vídeo de pornografía infantil, de alarmante contenido, procedente de Cataluña. Los investigadores de la comandancia de Barcelona averiguaron, tras ese aviso, que se trataba –a través de la IP– de un vecino de Barberà del Vallès.