Sonsoles Ónega, ganadora del Premio Planeta: “Galicia es mi asidero emocional”

La periodista se adentra en la Galicia del S. XX en “Las hijas de la criada”

Un joven Alejandro Magno protagoniza “La sangre del padre” de Alfonso Goizueta, novela finalista

Desde la izquierda, Amaia Mauleón, Sonsoles Ónega 
y Alfonso Goizueta, a durante el Club FARO.  // Marta G- Brea |   // MARTA G. BREA

Desde la izquierda, Amaia Mauleón, Sonsoles Ónega y Alfonso Goizueta, a durante el Club FARO. // Marta G- Brea | // MARTA G. BREA / ágatha de santos

“Con el mundo de la conserva, Galicia construyó un imperio sin disparar un solo cañón”. Así lo aseguró ayer en el Club FARO la periodista y escritora Sonsoles Ónega (Madrid, 1977), ganadora del Premio Planeta 2023 con “Las hijas de la criada”, una novela de corte histórico ambientada en Vigo y Cuba. En la que ya es parada habitual en la campaña de promoción de las novelas ganadoras de este premio, estuvo también el escritor e historiador Alfonso Goizueta, que con tan sólo 24 años fue finalista con “La sangre del padre”, una historia épica protagonizada por Alejandro Magno.

Aspecto que ofrecía ayer la galería A3 del MARCO de Vigo.

Aspecto que ofrecía ayer la galería A3 del MARCO de Vigo. / ágatha de santos

Ambos mantuvieron una distendida conversación con la periodista Amaia Mauleón, en la que hablaron de sus respectivas novelas, de qué ha supuesto hasta ahora ganar el Planeta y sobre el proceso creativo. Los dos ganadores mostraron tener muy buena sintonía, con continuas bromas que hicieron reír al numeroso público asistente.

Ónega: "La noticia en sí misma muere en el titular, pero nace una novela"

Según la presentadora de “Y ahora Sonsoles”, su obra literaria bebe directamente de la realidad. Así, “Las hijas de la criada” tiene su germen en un hecho ocurrido en el la Rioja: el intercambio al nacer de dos niñas. “La noticia en sí misma muere en el titular, pero nace una novela. O al menos, lo hace en mi imaginación”, reveló

A partir de este dato, construye la historia de una saga familiar de la industria conservera viguesa que atraviesa todo el siglo XX. “Es una novela hecha con pequeños caprichos personales”, reconoció la escritora, que añadió que Galicia es su “asidero emocional”. “Sé cómo huele, sé cómo cruje la tierra, sé cómo siente su gente”, afirmó la invitada del Club FARO, hija del periodista gallego Fernando Ónega.

“Las hijas de la criada” es una historia realista y mágica al mismo tiempo, un reflejo de la sociedad del pasado siglo que toca acontecimientos como la masiva emigración gallega a Cuba; la decadencia de las colonias españolas de ultramar; la pandemia de la conocida como gripe española; las guerras que asolaron España y el continente europeo; y la tragedia marítima del buque Santa Isabel, el Titanic gallego que naufragó en 1921. Para conocer el mundo de las conserveras, Ónega visitó los museos de Massó y Anfaco. Reconoció que hasta comenzar la novela, desconocía por completo ese mundo. “Pero escribo de cosas que me apetece conocer”, afirmó.

Para documentarse sobre la Galicia del siglo XX, se sumergió en la hemeroteca del decano, del que ensalzó su labor de conservación y digitalización. “El primer notario de la historia es el periodista, por lo que conservar las hemerotecas es conservar nuestra historia”, afirmó la ganadora del Planeta, que aseguró que buceando en nuestro pasado crece “como persona y como escritora”.

“Las hijas de la criada” es una novela que habla también de la familia, el amor, los celos, la culpa, la maternidad y la venganza, desde una mirada femenina, y que pone en valor el trabajo de las que trabajaron en la industria conservera en una época en la que vivían supeditadas al poder de los hombres.

Ónega aseguró que su trabajo en televisión no ha perjudicado a su faceta de escritora porque siempre han ido de la mano y comparten propósito: acompañar a la persona que está al otro lado, aunque reconoció que el Planeta es “tan luminoso que puede hacer que uno se tambalee”. “La televisión puede ser buena para la literatura”, comentó.

Goizueta: "Los jóvenes somos más que unas personas pegadas al móvil"

En “La sangre del padre” Alfonso Goizueta (Madrid, 1999) muestra al hombre que se esconde tras el mito de Alejandro Magno, un hombre con claroscuros que mientras conquista el mundo batalla con sus propios demonios. Tras la muerte de su padre, Alejandro asciende al trono de Macedonia. Pero no sólo ha heredado el título, sino la obligación de salir victorioso en la misión que le reclama su pueblo por su estirpe: arrebatar a los persas las tierras que una vez fueron griegas y devolverlas la libertad. Sin embargo, Alejandro no se conforma con esto, sino que quiere conquistar todas las ciudades en su camino hacia el este, hasta vencer al último rey aqueménida, el temible Darío III y acabar con el imperio persa para siempre.

“Mi novela no deja de ser una historia muy íntima del gran guerrero que todos conocemos, con sus miedos, con sus pesares, con sus pasiones y con ese gran amor que tuvo con Hefestión, y cómo fue madurando”, afirmó. A través de la historia de Alejandro Magno, Goizueta habla de la lucha de poder, del peso de la sangre y de la maternidad, a través de la cual se ejerce muchas veces el poder. “A lo largo de la historia, la mujer es invisibilizada y te das cuenta del poder que tiene por la importancia que le daban los hombres. Alejandro, que odiaba a su madre, adopta a la de Darío como tal en vez de hacerla prisionera porque sabe el poder que tiene”, explicó el historiador madrileño.

Con Alejandro Magno comparte Goizueta la juventud y precisamente esto fue lo que le animó a escribir esta novela. “Me fascinaba la idea de la juventud y de la conquista de un inmenso imperio con tan sólo 23 años. Es una historia de superación personal –afirmó–. Alejandro (Magno) ya dialogaba conmigo antes de escribir la primera novela”, afirmó.

Preguntado sobre si cree que su juventud puede ser un aliciente para acercar la novela histórica a los jóvenes, Goizueta aseguró que la gente joven lee más de lo que se cree. “Los jóvenes somos más que unas personas pegadas al móvil y que andan un poco perdidas”, dijo.

Goizueta aseguró que nunca se habría imaginado la vorágine que supone ganar un premio como el Planeta. “Estaré eternamente agradecido”, reconoció. Goizueta confesó su gran pasión por la literatura, y especialmente por la novela histórica. “Voy a escribir hasta el día que fallezca porque es lo que me divierte, porque es mi pasión”, comentó.

Entre el numeroso público que asistió al Club FARO se encontraba el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que felicitó a ambos escritores por el premio. Aplaudió a Ónega por ambientar la historia en Vigo y empoderar a las mujeres que trabajan de la industria conservera y a Goizueta por hacerse con un galardón tan prestigioso siendo tan joven y le propuso que la próxima novela que escriba tenga como protagonista a otro gran personaje que, en su opinión, consiguió superar en grandeza el propio Magno: Carlos I, a lo que el escritor aseguró tomar nota.