Las dietas milagro pasan factura

Son regímenes muy restrictivos, difíciles de mantener, con un gran efecto rebote y con serios riesgos para la salud | El verano y la presión estética explican su auge

Una mujer, midiendo su cintura.   | // FREEPIK

Una mujer, midiendo su cintura. | // FREEPIK / ágatha de santos

Las dietas de adelgazamiento no son un fenómeno adscrito exclusivamente al verano, ya que la presión estética no conoce de estaciones del año. Sin embargo, la ropa más ligera, tener más tiempo libre para salidas sociales y los días de playa hacen que para muchas personas, bajar de peso sea un tema urgente en esta época y que deseen alcanzar este objetivo en el menor tiempo posible.

A este deseo imperioso de adelgazar se suma el bombardeo publicitario, sin precedentes en la era de internet, de decenas de firmas que ofrecen productos y programas para perder peso. Las llamadas dietas milagro preocupan desde hace años a las autoridades sanitarias, ya que no siempre son saludables y aún peor: muchas conllevan serios riesgos para la salud tanto física como mental al tratarse de regímenes hipocalóricos muy restrictivos Sin embargo, a veces resulta difícil no dejarse seducir por anuncios que prometen perder peso de forma rápida y sin esfuerzos.

La nutricionista Amil Viéitez advierte de que una dieta para adelgazar debe ser siempre personalizada. “Cada persona tiene unas necesidades diferentes y un estilo de vida único, por eso no hay que fiarse de cualquier dieta que se encuentre en la red”, señala.

Y lo mismo sucede con los complementos alimenticios que muchas veces acompañas a estas dietas milagro. “A menudo tienen detrás una potente inversión en marketing, pero carecen de efectividad o ésta no es la que se promete”, añade.

Debido a presión estética que ejercen las redes sociales, el colectivo más vulnerable son los jóvenes, que son sus usuarios mayoritarios. Según el último Barómetro Juvenil de Salud y Bienestar realizado por el Centro Reina Sofía, el 18,9% de la población española de entre 15 y 29 años se somete a dietas para adelgazar. Lo que más preocupa a los expertos sanitarios es el riesgo de que la obsesión por el físico perfecto pueda derivar en problemas mentales como la ansiedad o trastornos alimentarios como la anorexia

Según la especialista viguesa, antes de elegir un plan dietético es importante buscar información en webs oficiales de organismos científicos y de profesionales referentes en nutrición y dietética, así como contrastar la experiencia de otras personas que lo hayan realizado antes. Viéitez, creadora de la Dieta Coherente, sostiene que un régimen de adelgazamiento sólo es válido si es cien por cien saludable. En este sentido, sostiene que se puede bajar de peso sin renunciar ni al placer por comer ni a la salud.

Pero, ¿cómo reconocer una dieta milagro? Primero, porque estas fórmulas anuncian resultados exprés. Algunas prometen hasta la pérdida de 15 kilos en un mes sin necesidad de hacer ningún esfuerzo. Asimismo, son dietas que demonizan los carbohidratos, uno de los grupos de alimentos básicos, o que se centran en un único alimento –alcachofa, col, tomate…–. También es común que se basen en productos que sólo vende la firma, ya sea en tiendas física u “online”, como los sustitutivos de comida, batidos o pastillas adelgazantes y las infusiones quemagrasas.

"Una dieta para perder peso tiene que ser personalizada"

Amil Viéitez

— Nutricionista

La lista de dietas milagros es amplia y cada año aparecen una o dos nuevas, que cogen especial impulso si detrás de ellas hay rostros famosos. En los últimos años, muchos personajes populares, como Kim Kardashian y Rihanna, han confesado a través de sus redes sociales que seguían la dieta Keto o el método Whole 30. Según el blog de la nutricionista, tanto una como otra prohíben el consumo de alcohol e hidratos de carbono o se reduce al mínimo posible.

La nutricionista viguesa sostiene que, a pesar de la pérdida de peso, ninguna dieta milagro es sostenible a largo plazo y, por el contrario, pueden favorecer la aparición de trastornos alimentarios. “No son alternativas saludables para retrasar el envejecimiento, según el estudio de la Universidad de Sidney. El exceso de proteínas disminuye la hormona hepática FGF21 (Fibroblast Growth Factor), que reduce las defensas y aumenta el riesgo de diabetes y de cáncer”, advierte la nutricionista, quien añade que para el equilibrio nutricional y el mantenimiento de un peso saludable son necesarios los tres grupos de macronutrientes: hidratos de carbono, proteínas y grasas saludables.

Además, en éstas y otras dietas proteinadas, el consumo calórico es muy bajo (700-800 calorías) y no se tiene en cuenta ni el peso ni la actividad física de la persona. “Esto favorece el efecto meseta de adaptación y reduce la velocidad del metabolismo basal, aumentando el riesgo de efecto rebote o efecto yoyó”, explica. Esto quiere decir que, aunque consiguen una pérdida de peso importante en la primera fase de la dieta, el organismo activa mecanismos adaptativos que frenan la pérdida de peso, por lo que van perdiendo su efectividad.

Para una pérdida de peso eficaz y, sobre todo, saludable, la nutricionista propone hacer cinco comidas al día; comer despacio –la sensación de saciedad tarda una media de 20 minutos en llegar al cerebro– y masticar adecuadamente; comer con tranquilidad y plena consciencia, sin pantallas delante –hacerlo delante del móvil o el ordenador disminuye la sensación de saciedad; hacer ejercicio moderado o caminar; hacer cenas ligeras y sin atracones nocturnos, y no eliminar ninguno de los grupos de macronutrientes de la dieta.

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