Agresiones de género

Seis asesinatos desde inicios de verano: repunta la violencia machista en plena ola negacionista

Julio es el mes con más asesinatos de la serie histórica, 123, a falta de añadir algunos de los ocurridos en los últimos días

Una concentración contra la violencia de género.

Una concentración contra la violencia de género.

Patricia Martín

Desde que el pasado 21 de junio comenzó oficialmente el verano, ha habido seis asesinatos machistas. Cuatro de ellos en lo que llevamos de julio. Y dos, especialmente cruentos, este pasado fin de semana. Pese a que Vox sigue coreando que son igual de graves "todas las violencias" y que la ley contra la violencia de género "no sirve para proteger a las mujeres", el verano ha traído consigo, de nuevo, un repunte de las agresiones machistas más graves, aquellas que ha acabado con la vida de 1.212 mujeres desde 2003 y 28 en lo que va de 2003.

Las alertas saltaron la semana pasada cuando se sucedieron cuatro asesinatos en cinco días, aunque uno de ellos, ocurrido en Alcalá de Henares, de momento no se ha catalogado como violencia de género porque se está estudiando si la víctima mantenía o había mantenido una relación sentimental con el agresor. En cualquier caso, la concatenación de crímenes tuvo lugar tras la confirmación el 22 de junio de un asesinato machista en Barcelona y ha sido secundada por dos nuevas muertes este fin de semana.

Una mujer fue acuchillada el sábado por su pareja en Logroño, que fue detenido en el puente de Sagasta, con intención de arrojar a sus tres hijos al río Ebro. El arrestado, que ha confesado el crimen, no había sido denunciado previamente. Al día siguiente, un hombre de 53 años mató a su pareja en el municipio valenciano de Antella. Tras el apuñalamiento, el agresor se quitó la vida degollándose. El crimen se produjo delante del hijo de la pareja, que tiene 12 años.

El verano

El encadenamiento de crímenes confirma, una vez más, que el verano es uno de los "factores" que contribuyen a desencadenar la violencia machista más extrema. Aunque no existen patrones que definan el maltrato estructural, las estadísticas muestran que en navidades y en verano -cuando se produce “un cambio en la dinámica de las relaciones de pareja-, puede haber un incremento” de la violencia, según explica Miguel Lorente, forense y exdelegado del Gobierno contra este problema estructural.

De hecho, julio es el mes con más asesinatos de la serie histórica, 123 (a falta de añadir algunos de los ocurridos en los últimos días), seguido de enero, con 110, junio, con 108 y agosto, con 107.

Lo que sucede en navidades y el verano es que, debido a las vacaciones, habitualmente aumenta la convivencia de las parejas, hay un cambio de horarios y puede haber más conflictos familiares, muchos de ellos relacionados con el cuidado de los hijos. "Hay un plus de carga emotiva y a veces el agresor siente que pierde la autoridad", relata Lorente. Y, en las parejas "que no conviven y él está dispuesto a matar, como ella sale más, siente que pierde el control y es un factor que facilita la violencia".

No obstante, aclara el experto, el calor de estos días no es un "precipitante" de la violencia de género. "Todo influye pero no es un factor causante. Un hombre que duerme mal por el calor no mata sino tiene intención de hacerlo”, sentencia.

Las medidas

En cualquier caso, apunta el experto, en este periodo -dado el incremento histórico de asesinatos machistas- convendría que policías y forenses que determinan el riesgo que sufre una mujer que interpone una denuncia tuvieraan en cuenta que el peligro "es mayor" a la hora de calificar su situación y la vigilancia, tanto por el periodo vacacional como por la concatenación de crímenes, que también supone un “factor de riesgo” dado que los agresores que barajan asesinar a sus parejas “se sienten identificados” al ver que se suceden otras muertes.

Asimismo, recomienda Lorente, conviene que las instituciones, el sistema sanitario y el entorno de las víctimas incrementen la vigilancia. Sin embargo, el preocupante repunte tiene lugar cuando PP y Vox están firmando pactos por toda España para gobernar en autonomías y ayuntamientos. Y la ultraderecha está logrando imponer su agenda antifeminista, eliminando consejerías de Igualdad siempre que tiene oportunidad y inoculando la idea de que la violencia de género no es más grave que el resto de "violencia intrafamiliar".

La ola negacionista

El peligro de que desde las instituciones se lance estos discursos es que si en torno al 70% de las asesinadas no presenta denuncia contra su agresor, puesto que las víctimas tienen miedo, minimizan el riesgo o piensan que no van a ser creídas, si ciertos políticos y altavoces públicos niegan la existencia del machismo violento, "se refuerza la construcción cultural que normaliza la violencia y se corre el riesgo de que se denuncie aún menos", según alerta el exdelegado del Gobierno contra la violencia machista.

Precisamente este lunes el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha lamentado el "fin de semana negro" en lo que a violencia machista se refiere y ha instado a la sociedad a "atajar los discursos negacionistas".

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