Las imágenes falsas generadas por IA amenazan con polarizar la sociedad

Montajes digitales que se hacen virales, como los del arresto de Trump, pueden alarmar o incluso sublevar a determinados sectores sociales

La IA creó con realismo imágenes de un arresto de Trump que (¿aún?) no se ha producido.

La IA creó con realismo imágenes de un arresto de Trump que (¿aún?) no se ha producido. / Rafa López

Rafa López

Rafa López

Si una imagen vale más que mil palabras, una falsa imagen desinforma más que mil mentiras. Es la impresión que dejan montajes realizados con inteligencia artificial (IA) que se han hecho virales en los últimos días, como los del arresto de Donald Trump. El expresidente de EE UU ha llamado a sus seguidores a estar alerta ante su posible detención tras la demanda de Stormy Daniels, actriz porno a la que supuestamente sobornó para que ocultara una relación extramarital. La policía no ha puesto (aún) sus manos sobre Trump, pero las imágenes han sublevado a sus incondicionales.

Imagen del Papa creada por inteligencia artificial.

Imagen del Papa creada por inteligencia artificial. / Rafa López

Algo parecido ha ocurrido con Elon Musk, que aparece de la mano de la presidenta de General Motors, Mary Barra, en lo que parece ser una relación entre el dueño del gigante de automoción eléctrica Tesla y la jefa del grupo automovilístico. De nuevo, una imagen falsa generada por IA, como advierte la propia red social de Musk: Twitter advierte en los propios tuits que la imagen es un montaje y enlaza noticias de medios tradicionales y de prestigio, como “The New York Times”, para demostrarlo.

Otra imagen falsa: Musk y la presidenta de GM.

Otra imagen falsa: Musk y la presidenta de GM. / Rafa López

También en EE UU se divulgaron imágenes de edificios destruidos por el supuesto “gran terremoto de Cascadia”, en el Estado de Oregón, en 2001. No ocurrió.

Más inocente ha sido el montaje que muestra al papa Francisco vestido con un enorme plumífero, como una estrella de hip hop. Y en España, no ha faltado quien ha tomado como cierta la imagen de la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, entrando en la asamblea madrileña con un más que pronunciado escote. El sentido común indica que esa forma de vestir es inconcebible en un contexto institucional.