Gago: “Ver salir al público emocionado es hermoso y por esto hacemos cine”

“Hay que desmontar esa idea de industria subvencionada tan nociva”, afirma el director gallego de “Matria”, que ayer mantuvo un encuentro con los espectadores vigueses

Álvaro Gago, ayer, en la sala viguesa donde se proyectó “Matria”.

Álvaro Gago, ayer, en la sala viguesa donde se proyectó “Matria”. / Marta G. Brea

Tras su paso por festivales como la Berlinale y el Festival de Cine de Málaga, “Matria”, la ópera prima de Álvaro Gago que protagoniza la actriz viguesa María Vázquez, llegó a los Multicines Norte de Vigo con una proyección especial que contó con la presencia del realizador arousano. A Gago no le gusta hablar de éxito a pesar de la ovación que obtuvo la cinta tras su visionado en el festival de Berlín y de los dos premios con los que regresó de Málaga –la Biznaga de Plata a la mejor actriz para Vázquez y el Premio Asecan a la mejor ópera prima– y prefiere centrarse en las emociones que la historia de Ramona despierta en el público.

“Los premios son algo tan subjetivo, depende tan poco de uno... Puede ser un trabajo maravilloso y no llevarse ninguno porque no sea el día del jurado, por lo que sea. La gran recompensa reside en lo que estamos recibiendo del público. Ver cómo la película interpela al público es algo que nos sobrepasa. Hay gente que dice que al final de la película se abraza a personas que no conoce, gente que sale realmente emocionada y tocada con la experiencia de vida del cine. Esto es hermoso y esto es por lo que trabajamos, por lo que hacemos cine”, afirma.

“Matria” se estrenó el pasado 24 de marzo en 60 pantallas de cine de toda España, lo que la convierte en el mayor estreno comercial de una película en versión original en gallego. Según datos de ComScore Spain, la cinta ha superado en cuatro días los 10.000 espectadores, con una media de mil por cine, y los 60.000 euros de recaudación.

“Matria” cuenta, explica Gago, “la historia de una revolución personal”. “Cuenta el proceso de toma de conciencia de una mujer que estuvo toda su vida expuesta a un entorno patriarcal y capitalista muy castrante y que a raíz de un cambio de circunstancias, esa toma de conciencia pisa el acelerador y paso a paso va abriendo grietas en un sistema que es muy difícil de romper y va abriendo nuevas perspectivas”, comenta.

Gago rodó una primera versión de la historia de Ramona en formato corto, aunque no considera que el largometraje sea un salto de nivel. “Para mí son formatos igualmente válidos para contar una historia. Desde que rodé el último plano del cortometraje, que dejaba a Ramona en esas escaleras de ese pabellón, sentí la necesidad de sacarla de allí para que pudiera romper con todo”, afirma.

Parafraseando a la protagonista de “Matria”, Gago asegura que hacer cine tiene mucho de “pico y pala”. Recuerda que lograr rodar esta película le llevó cinco años y que ahora hay que hacer muchos kilómetros para llevarla a concellos que no tienen salas de cine. El director se lamenta de la falta de apoyo al cine, pero sobre todo, que no se tenga en cuenta su retorno económico y que continúe considerándose el gran subvencionado. “Hay que desmontar esa idea del cine como industria subvencionada que es tan nociva y falsa. Si quieres ver industrias subvencionadas mira la automovilística”, se queja.

Gago trabaja en estos momentos en dos nuevos proyectos: un corto sobre el autismo y un largometraje, “Porto Alegre”, un proyecto personal e íntimo en el que viaja a su infancia y honra la memoria de su madre, fallecida hace diez años.

Suscríbete para seguir leyendo