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El cortometraje reivindica su reinado

Reconocidos cineastas como Óliver Laxe y Lois Patiño vuelven a él | Redes sociales y lo inmediato aupan al pequeño formato mientras realizadoras como Diana Toucedo lo defienden porque da libertad para explorar

Fotograma de “Tatuado nos ollos...” de Toucedo. / D.T.

La red social de vídeos cortos “Tik Tok será patrocinadora oficial del próximo Festival de Cannes y hará una competición de piezas (audiovisuales) de tres minutos. Esta noticia no es una anécdota. El poder de lo inmediato nos inunda”, comenta el director Xacio Baño en “Consolidación da produción audiovisual independente galega” , reciente publicación de Agapi, Asociación Galega de Produtoras Independentes.

El cortometraje ha dejado de ser el hermano pequeño de la familia cine para ganar méritos. Antaño era el trampolín a la película de larga duración. Ahora realizadores de prestigio con incluso varias películas estrenadas en salas comerciales regresan a él para reivindicar este pequeño formato.

Lo han hecho y lo están haciendo directores reconocidos como Óliver Laxe (“Mimosas”, “O que arde”), Lois Patiño (“Costa da morte”, “Lúa vermella”, Eloy Domínguez Serén (“No cow on the ice”, “Hamada”) o Diana Toucedo (“Trinta lumes”). Todos ellos comenzaron con cortos; pasaron a mostrar largometrajes premiados o estrenados en reconocidos festivales de cine europeos para ahora volver al corto.

¿Vive una edad de oro? En la publicación de Agapi, la profesora y productora de A Guarda Beli Martínez responde que desde hace una década los cortos están recibiendo un reconocimiento en festivales de categoría A (Cannes, Locarno, Berlín...). Añade que, en Galicia, el trabajo de festivales como Cans o Curtocircuito “ponen en valor estas piezas para que no se consideren obras menores”.

“No nos esperábamos la acogida tan amplia que está teniendo ‘Os corpos’”

Eloy Domínguez Serén - Director de cine

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Museos con reconocimiento internacional también le prestan atención. El Hermitage en San Petersburgo requirió una de las últimas piezas de Domínguez Serén, “Os corpos”, en la que plasma su peculiar visión del Entroido (Carnaval) ourensano. Al respecto de este corto, el propio Serén apunta que “en absoluto nos esperábamos una acogida y difusión tan amplia como la que está teniendo en tantos países y continentes”. Este trabajo iba a viajar en marzo al Hermitage pero por la guerra en Ucrania decidió declinar la invitación.

Sin ideas preconcebidas

La montadora y directora de cine Diana Toucedo que en 2018 presentaba en la Berlinale su documental “Trinta lumes” se encuentra ahora moviendo su corto “Tatuado nos ollos levamos o pouso”, pieza de 26 minutos premiada en el Festival de Cans donde también fue galardonado el corto “Rompente” de Domínguez Serén, entre otros.

“Con el corto siento más libertad en una pequeña realidad para explorar”

Diana Toucedo - Realizadora de cine

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Preguntada por su regreso al cortometraje, Diana Toucedo explica que con él se siente “con más libertad y ligereza” para adentrarse “en una pequeña realidad para explorar sin ideas preconcebidas”.

“Tatuado nos ollos levamos o pouso” toma el título de un verso de la poeta Dores Tembrás mientras otros como “e agora que eu/ me sinto herdeira/ do teu matriarcado anónimo”  aparecen sobreimpresas en las imágenes en 16 milímetros y digitales al igual que unas animaciones de trazo blanco realizadas por Mariona Domènech.

En esta pieza –que realizó invitada por el Festival Sinsal para plasmar una realidad cercana a la isla redondelana y al evento cultural– se aproxima a las mariscadoras de Cesantes y al mar para “recuestionar y repensar” la representación en femenino “desde otro lugar”.

“Como soy de Redondela y con pasado marinero por parte de mujeres y hombres me lancé a trabajar con las mariscadoras de la cofradía. Sentí que ahí estaba la historia. Pensaba encontrarme con mariscadoras de edad más avanzada pero de pronto me encontré con chicas muy jóvenes que se replantean las formas de trabajar y cuidar el mar, de crear conciencia para preservar un bien común”, rememora.

El trabajo incluye también al patrón mayor, el más joven de Galicia, con poco más de 30 años, “que intenta generar procesos y dinámicas sorprendentes dentro de la cofradía. Quise acercarme a él y a la práctica nocturna, a la simbiosis del día y la noche, de mujeres y hombres , con todos cuidando de los bienes marinos”, señala. Todo ello con la propia Toucedo –que prepara un largometraje de ficción sobre la violencia obstétrica contra la mujer– convirtiéndose en una más sin quiebra entre lo grabado y lo real para que las propias mariscadoras se sintieran representadas.

Las nuevas camadas de realizadores también se sumergen en el cortometraje y la Mostra de Cinema Periférico S8 de A Coruña es una de las plataformas para mostrar su trabajo más experimental, otra señal de la amplitud de enfoques del cortometraje.

Nuevas camadas en el S8

En esta edición, autoras como Sol Mussa, Tamara Goberna y Claudia Pineda participaron. Mientras Mussa reflexiona en “Proxecto X” sobre el tratamiento de residuos en Santiago con un corto ‘inodoro y aséptico’; Goberna ofrece un cuestionamiento existencialista de la verdad en “Los apellidos”. Por su parte, Claudia Pineda muestra “Corpo d´auga”.

La joven, recién licenciada en Bellas Artes en Pontevedra, considera que el resurgir del cortometraje “responde al viraje de la sociedad hacia el consumo de formatos audiovisuales más breves que pueden condensar los relatos de forma más instantánea; pero también entiendo que la sociedad cada vez tiene menos paciencia para consumir largos.

“Corpo d’auga”, de Pineda. C.P.

La relación con las nuevas plataformas digitales en las que se fomenta esa comunicación tan inmediata, genera poca capacidad de concentración en el espectador”. En su corto, Pineda –que mostró su anterior pieza corta en Cannes– hace uso de la división de pantalla entremezclando imágenes de cuerpos y movimientos humanos junto a otras de seres marinos “para plantearnos la posibilidad de ese origen común” y la necesidad de “preservar los océanos”.

El S8 este año se abrió una vez más a la creación de la Facultad de Bellas Artes mostrando trabajo de alumnado gracias al “apoyo” que realiza el decanato, resalta la profesora Xisela Franco. Esta señala que “bajo el título de ‘Yo me miro. Memorias fragmentadas’ incluimos a siete artistas, alumn@s en materias como Imagen en Movimiento o Producción Artística Audiovisual, dos asignaturas en las que transitan acompañados de un sólido equipo de docentes que desde distintas perspectivas les acercan al conocimiento del audiovisual, desde el cine artístico o el videoarte”.

“Tocotoco”, de Clara Borrazás. C.B.

Entre las estudiantes seleccionadas, se pudo ver el trabajo de Andrea Núñez Pidre o de Clara Borrazás. Todas tuvieron que realizar una pieza audiovisual en clave de autorretrato. En el caso de Pidre, en “Dos soles para mí” indaga en su identidad, en el velo puesto sobre ella y lo que hay bajo él. Arranca con una cita de Bataille sobre el sol para ofrecer una crítica social que le afecta como persona. Explica que cuando era adolescente decidió ser libre en cuanto al amor con diferentes personas lo que fue censurado por compañeros y compañeras con la palabra “puta” que se puede ver en el corto. “¿Por qué la sociedad me tiene que decir eso pero si lo hacen los hombres está bien?”, se pregunta.

“Dos soles para mí”, de Pidre. / A.P.

Por su parte, Borrazás juega en “Tocotoco” más con imágenes abstractas y de archivo a partir de unos vídeos de su padre, mecánico de helicóptero. En su caso, lo plantea como un viaje sobre su pueblo, Viveiro, para verse la silueta imaginaria de un paracaidista entre imágenes de paisajes y otras geométricas con animaciones. 

Claudia Pineda

“La sociedad cada vez tiene menos paciencia para consumir largos”

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La joven cineasta Claudia Pineda presentó en el S8 su última pieza; la anterior había sido seleccionada para el Festival de Cannes

— Desde hace unos años hay un resurgir del corto. Oliver Laxe, Lois Patiño, Diana Toucedo han vuelto a él. ¿Qué opinión tienes del nuevo interés que está despertando?

— Encuentro que esto responde al viraje de la sociedad hacia el consumo de formatos audiovisuales más breves que pueden condensar los relatos de forma más instantánea. Tiene una reflexión positiva, como el buen acogimiento y por tanto más demanda, que genera que más autores se decidan a crear cortometrajes… pero también entiendo que la sociedad cada vez tiene menos paciencia para consumir largos. La relación con las nuevas plataformas digitales en las que se fomenta esa comunicación tan inmediata, genera poca capacidad de concentración en el espectador. 

— En tu obra Corpo d’Água partes de la teoría del agua de Russell, ¿por qué?

— Me crié entre la costa pacífica de El Salvador en Centroamérica y el Mediterráneo, y siento una gran conexión con el mar, soñando frecuentemente en tener branquias y vivir bajo las olas. Viviendo en Galicia, mi día a día también está muy ligado al mar, a las mareas, la ría, el deporte acuático, la pesca etc. Este trabajo es el fruto de una cotidianidad de los últimos dos años entre en un triángulo de espacios muy relacionados con el mar (Rías Baixas, la isla de Madeira y la isla de Mallorca) Por tanto, esta realidad me hizo pasar mucho tiempo en contacto con el mar, pudiendo trabajar con el movimiento del cuerpo cuando este se deja llevar por las corrientes o los remolinos, dejando que la cámara fluya sin yo apenas forzar la mirada.

Empecé a leer sobre el mundo bajo el agua y me encontré con una teoría que expone que el origen de la vida humana está en el océano, me pareció una teoría totalmente ligada a lo que yo sentía en ese momento, y fue mi punto de partida para poder enfatizar en las similitudes de los cuerpos y movimientos humanos bajo el agua con muchos de los organismos unicelulares que se encontraban en esa “sopa primigenia”. 

— Qué objetivo, qué buscas comunicar con esta pieza?

— Para este corto, hago uso de la división pantalla entremezclando imágenes de cuerpos y movimientos humanos junto a imágenes de seres marinos para contemplar y plantearnos la posibilidad de ese origen común, valorando la importancia y preservación del océano, reconsiderando la manera en que el mar y la vida, la naturaleza y el ser humano, deberían coexistir.

— Formato análogico, ¿por qué?

— Corpo d’Água, surge de un taller impartido por Adrián Canoura impulsado por el Festival Novos Cinemas de Pontevedra, llamado Videohipnosis: Experimentar co cinema na era dixital. En este, Canoura nos dio una serie de condicionantes para crear nuestra pieza, el primero fue trabajar con material de archivo como punto de partida para abordar temas más abstractos o dejarse llevar por un cine más contemplativo. Para ello, decidí hacer uso de metraje encontrado, de un documental llamado Marine flowers (1975), donde se exploran los comportamientos y la vida de los celentéreos. El documental está grabado en 16mm, y el granulado, texturas, saturación de color van creando un ambiente hipnótico que funciona para que nos adentremos mejor en ese mundo submarino. 

— Con un anterior corto estuviste en Cannes, ¿qué supuso para ti?

— La selección del ICAA y la oportunidad que tuve de asistir a un festival de esta magnitud fue única. En Cannes, pasé una semana de estímulo constante con una agenda apretadísima. 

Las numerosas citas con programadores, críticos, directores, distribuidoras etc. con quienes pude discutir acerca de mi cortometraje recibiendo siempre un feedback profesional, me han ayudado inmensamente en mi proceso creativo. 

Otro aspecto a destacar sería la oportunidad de haber podido acercarme al campo de la industria del cine de una manera tan directa, inspiradora e inmersiva, con la posibilidad de no solo disfrutar de un visionado impresionante de películas y poder hablar con directores a quienes admiro, sino de descubrir también a grandes nuevos talentos de mi generación, a quienes ya considero buenos amigos, que comparten ambición y pasión por lo que hacen. 

— ¿Qué proyectos tienes?

— Acabo de finalizar la carrera y estoy buscando trabajo, parece ser que vivir de la creación artística individual no es fácil, por tanto ahora mismo diría sobrevivir. 

— ¿Por qué apuestas por una vertiente más experimental?

— A partir del Festival (S8) de A Coruña, al que asistí por primera vez en 2021, introducida por Xisela Franco, docente que durante la carrera nos animó a contar historias dentro de un marco narrativo no convencional, empecé a enamorarme del cine experimental, y desde hace año y medio he empezado a crear mis propios proyectos bajo ese lenguaje. 

Dentro de la multidisciplina de estudiar una carrera como Bellas Artes, me estoy dando cuenta de que la creación desde el marco experimental se ha convertido en mi nuevo medio de expresión, pues es un lugar donde me siento sobre todo libre.

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