La presbicia llega cada vez más pronto. El uso excesivo de pantallas provoca un adelanto de este problema de vista cansada, que normalmente obliga a poner gafas. Ahora ya alcanza a personas de entre treinta y cuarenta años, según indica el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia.

Siempre se ha definido la presbicia o vista cansada como un problema visual refractivo asociado a la edad, pero esto ha cambiado. El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia explica que, debido al estilo de vida actual más activo y al aumento de la esperanza de vida, las tareas visuales de cerca han aumentado, en concreto, el uso excesivo y prolongado de dispositivos electrónicos, como los smartphones, tablets o portátiles, en plena etapa laboral.

Por lo tanto, los ópticos-optometristas gallegos señalan que ya no solo existe el présbita mayor, sino que ahora hay “présbitas jóvenes” de entre 38 y 48 años, que tienen molestias en su visión próxima debido a una gran demanda de su sistema acomodativo para actividades profesionales y de ocio. La presbicia es un estado refractivo en el que la capacidad de acomodación o enfoque del ojo se muestra insuficiente para desempeñar cualquier tipo de actividad en visión próxima. “Con el paso del tiempo, el músculo ciliar y el cristalino pierden la capacidad para aumentar la potencia refractiva del ojo lo que dificulta ver bien de cerca” –concreta el presidente del colegio, Eduardo Eiroa–. Pero la presbicia no es sinónimo de vejez, y el presidente argumenta que la disminución de la capacidad de acomodación se empieza a producir desde la adolescencia y es a la mitad de la vida cuando comienza a manifestarse, normalmente a partir de los 40.

Eduardo Eiroa indicó que aproximadamente un 50% de la población gallega de entre 38 y 48 años tiene presbicia, un problema visual que afecta a la hora de leer, escribir o realizar algún otro tipo de actividad en la que se necesite una visión próxima.