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El “duelo pandémico” del mundo

Psicólogos gallegos comparan las distintas fases emocionales por las que la población está pasando ante el COVID con las fases del proceso de duelo que genera una pérdida

No solo la pérdida de un ser querido provoca un duelo, aunque esta sea, sin duda, la de mayor impacto emocional. La pérdida de un objeto o de una situación de vínculo –una ruptura de pareja, abandonar de forma definitiva el lugar de origen y el diagnóstico de una enfermedad terminal, etc.– también puede desencadenar este proceso psicológico, cuya intensidad y características pueden variar en función del grado de apego emocional y de la naturaleza de la pérdida.

La crisis sanitaria no solo ha supuesto la pérdida de seres queridos y de la fuente de ingresos para millones de familias en todo el mundo, sino que ha impuesto una “nueva normalidad” y ha desbancado a la vida conocida antes de la irrupción del SARS-CoV-2. “La pandemia ha supuesto una pérdida de la vida que habíamos conocido hasta ahora y todas las pérdidas, sea de un amigo, de un trabajo, de un lugar, incluso el cambio de edad, son duelos”, explica la psicóloga y formadora viguesa Diana Rodríguez, autora de “Cómo funciona mi cerebro”.

Diana Rodríguez

“La pandemia ha supuesto la pérdida de la vida que conocíamos”

Diana Rodríguez - Psicóloga

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Desde la llegada del COVID, la población mundial encadena una serie de emociones que encuentran una clara correspondencia con las cinco fases que la psiquiatra suiza Elisabeth Kübler-Ross describió por primera vez en 1969 en el libro “On death and dying” (Sobre la muerte y el morir): negación, ira, negociación, depresión y aceptación. La psicóloga viguesa lo denomina “duelo patológico”. Como ella misma aclara, no se trata de un término reconocido por ningún organismo oficial, pero explica muy bien las distintas etapas emocionales por las que está atravesando la población y que los psicólogos están viendo en consulta.

Rodríguez no es la única que tiene esta percepción. Los psicólogos gallegos están asistiendo a una evolución en el estado emocional de los pacientes, que va desde la negación y la conmoción de los momentos iniciales de la crisis sanitaria al enfado, la búsqueda de culpables y la desgana que se refieren ahora. Por la experiencia en consulta, en estos momentos el “duelo pandémico” mundial se encontraría a medio camino entre las etapas de negociación y la depresión.

“Conocer el proceso de duelo y saber que las distintas emociones que podemos sentir: incertidumbre, ira, enfado, frustración, sensación de vacío... no son nada raro, sino todo lo contrario, puede ayudarnos a superar esa pérdida y en el caso de la pandemia, a aceptar la nueva normalidad”, asegura la psicóloga y psicopedagoga María Ferreiro, directora del Instituto de Tratamiento de la Conducta de Vigo, quien matiza que también conviene saber que no todo el mundo pasa necesariamente por cada una de las cinco fases ni con la misma intensidad.

El “duelo pandémico” del mundo

“Conocer el proceso de duelo puede ayudar a superar la situación”

María Ferreiro - Psicóloga

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No estancarse en el proceso de duelo y ser capaces de gestionar las distintas emociones es importante para superar la pérdida. También lo es pedir ayuda cuando se es incapaz de sobrellevar la situación. “Como en cualquier hecho traumático de nuestra vida, el que la emoción persista más de lo necesario puede conllevar un sufrimiento innecesario. Saber detectar esto y compartirlo para poder ser ayudado, ya sea por amigos, familiares o profesionales, es fundamental”, advierte el psicólogo Daniel Novoa, aunque este experto no comparte la idea de que la pérdida de la vida precovid sea algo permanente.

El “duelo pandémico” del mundo

“Si la emoción persiste puede conllevar un sufrimiento innecesario”

Daniel Novoa - Psicólogo

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Estos son los cinco estadios del “duelo pandémico” al que se enfrenta la población para superar la pérdida de la antigua normalidad:

Negación. Es una reacción muy habitual tras la pérdida y con frecuencia está vinculada a la conmoción y el bloqueo emocional. “En los primeros meses, durante el confinamiento hubo gente que incluso aseguraba que fue una de sus mejores momentos de su vida porque tuvieron un tiempo del que antes no disponían y les permitió disfrutar de la familia”, explica Rodríguez. Según esta psicóloga, durante esta etapa del duelo, muchos pacientes incluso negaban la existencia del virus.

Ira. El fin de la negación va asociado a sentimientos de frustración y de impotencia con respecto a la propia capacidad de modificar las consecuencias de la pérdida, con la aparición de sentimientos como la ira y el enfado. “En esta segunda fase, muchos de esos pacientes negacionistas se convirtieron en conspiracionistas, y comienzan a aparecer el enfado hacia quienes se vacunan, el odio a las mascarillas, al pasaporte COVID, a las restricciones...”, apunta Rodríguez.

Pacto/negociación. Es una forma de afrontar la culpa y se entabla, de forma imaginaria o real, con aquellos hacia los cuales se dirigió la ira. “Pasamos por esta fase sobre todo cuando hay contagios en la familia, culpabilizándonos a nosostros mismos o intentando buscar culpables. Y de hecho, de alguna manera, estamos buscamos culpables de la pandemia: China, un laboratorio, el murciélago...”, argumenta Ferreiro.

Depresión. La persona empieza a asumir la realidad de la pérdida y esto genera sentimientos de tristeza y de desesperanza. Según Rodríguez, estas son las emociones que más se refieren en consulta en estos momentos. “Los datos sobre absentismo escolar y laboral, la prescripción de ansiolíticos y antidepresivos, y el aumento de los suicidios son claros ejemplos del impacto que está teniendo la pandemia en la salud mental”, añade Novoa. Para evitar esto, es importante expresarse, contar cómo nos sentimos y en el caso de los niños y adolescentes, hablar mucho con ellos. Lo peor que podemos hacer, advierten, es rumiar porque darle vueltas una y otra vez a nuestros problemas nos hace más vulnerables a la ansiedad y la depresión.

Aceptación. Este estadio se relaciona con la inevitabilidad de la pérdida, y por tanto, del proceso de duelo. “No podemos cambiar la situación que vivimos, pero sí buscar soluciones y disfrutar de lo que sí podemos hacer”, afirma Ferreiro. La experiencia en anteriores duelos puede explicar, también, que los mayores estén demostrando más resiliencia frente a la situación de pandemia que los más jóvenes. Los psicólogos advierten de que este proceso de duelo puede complicarse cuando ha habido alguna pérdida personal, sobre todo si no se han podido despedirse de ese familiar o amigo. Entonces es cuando puede producirse un trauma, en cuyo caso, será necesario acudir a terapia o a medicación, aunque según los especialistas en psicología, suele tratarse de una situación temporal.

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