Sus adeptos no conocen su cara, pero sí sus manos. Unas manos que han cosechado cerca de cuatro millones de seguidores en TikTok y casi 300.000 suscriptores en Youtube. Detrás del canal Artistadas en casa, especializado en manualidades y manifestaciones artísticas ligadas al entretenimiento, está Adrián Pérez, coruñés de 18 años que algo sabe de Internet y sus secretos para enganchar a la gente. Comenzó de forma autodidacta con 14 mientras estudiaba en el Liceo la Paz por puro entretenimiento; y ahora, cuatro años más tarde, lo hace por pasión. “Busco entretener, que la gente vea mis vídeos y pase un buen rato, aunque sean 30 segundos”, comenta el joven.

Por los vídeos que sube desfila contenido apto para todos los gustos y destrezas: desde trucos con slime, la popular gelatina elástica hecha en casa, técnicas para elaborar lápices digitales hasta acuarelas caseras a base de Lacasitos. Un contenido sencillo y dinámico al que al cientos de miles de personas ya se han rendido, lo que provoca que sus perfiles no paren de crecer. “Quería aportar algo distinto, que tuviese un poco más de calidad que un simple baile. Me gusta hacer de todo, no me gusta encasillarme”, confiesa.

Aunque empezó a Youtube, emigró a TikTok durante la cuarentena, el auténtico boom de esta red social, favorita de jóvenes y adolescentes, por sus muchas posibilidades y su enorme alcance. “Creo que los vídeos en vertical son el futuro, y que, durante un tiempo, van a estar en auge. A Youtube subes vídeos largos, que te cuesta cinco o seis horas grabar y luego editar, lo que lleva unos cuantos días. En TikTok igual tardas una hora para hacer un vídeo. Compensa, porque en Youtube lo ven 10.000 personas y en Tiktok, a lo mejor son 3 millones”, explica.

Antes de lanzarse a la plataforma del momento, Adrián Pérez admite que hizo los deberes. “Al principio me costó pillarlo. Yo me obsesiono con algo, y hasta que no sé todos los secretos no paro. Así fui encontrando la fórmula para llegar a la gente”, explica.

El tiktoker coruñés conoce, desde luego, cuál es su público: en mayor medida, niños y adolescentes, y, en menor proporción, adultos que recurren a sus vídeos en busca de entretenimiento y soluciones creativas para hacer en casa. Y, aunque la plataforma tiene un algoritmo benevolente, semejante auditorio no está al alcance de todos. “Es una red social muy cambiante. Un día hay un challenge o un trend, pero al día siguiente a lo mejor no está de moda. Tienes que estar muy actualizado”, revela.

Los vídeos de Adrián Pérez acumulan miles de visualizaciones. L.O.

No todo son manualidades en el canal de Adrián Pérez. Uno de sus contenidos de mayor repercusión fue una serie que grabó en pequeños vídeos este verano, que tenía como protagonistas a tres simpáticos patitos que el joven adquirió y cuya rutina y cuidados retransmitió en la red social. “Me compré tres patos y fui enseñando cómo cuidarlos en casa. Nunca imaginé la repercusión que iba a tener, fue surrealista”, asegura.

Entre patos y manualidades, en su canal se mezclan los vídeos de unboxing, en los que saca productos de sus cajas para enseñar sus particularidades a sus seguidores, y lecciones sobre tatuajes caseros, que ya acumulan casi 10 millones de reproducciones. Nada de lo que retransmite es al azar: “Para elegir el contenido me baso mucho en si yo lo vería o no lo vería. Recientemente, me han incluido en el Panel de Creadores de España en TikTok. Ahí te das cuenta de que no está tan mal lo que haces”, reflexiona.

Pese a su nutrido volumen de seguidores, el joven mantiene los pies en la tierra, y sabe conjugar su pasión con sus perspectivas de futuro. Este año, en el que comenzó sus estudios en Publicidad y Relaciones Públicas, una disciplina cuyos contenidos, asegura, aplica diariamente en su actividad en redes, ya ha puesto la primera piedra. “Mi hobbie me ha ayudado a definir mi personalidad. Con las redes sociales me he dado cuenta de que puedo dedicarme a lo que me apasiona. En Publicidad estoy encantado, aprendo cada día más y aplico en mis vídeos todo lo que puedo, para mejorar como persona y como creador”, señala.