La República Checa decretó ayer el estado de emergencia por 30 días con el fin de frenar el crecimiento exponencial de infecciones de COVID, después registrarse el miércoles un récord de contagios. La medida ya estuvo en vigor en marzo del 2020, y luego entre el 5 de octubre de ese año y el 11 de abril de 2021.

Entre las nuevas restricciones figura la reducción de los horarios de apertura de bares, restaurantes y clubes nocturnos, que permanecerán cerrados entre las 22.00 y las 05.00 horas.

La República Checa tiene la segunda mayor incidencia del mundo de contagios, con una tasa acumulada en esta última semana de 1.137 positivos por 100.000 habitantes, solo detrás de Eslovaquia, con 1.295.

Eslovaquia, por su parte, se unió a su vecina Austria y decretó el miércoles un confinamiento general de dos semanas para la totalidad del país y toda la población.