Unos sin poder salir del camarote y todos sin pisar tierra. Así se encuentra en el puerto senegalés de Dakar la tripulación -entre la que hay gallegos- del ‘Río Tajo”, el patrullero de altura del Servicio Marítimo de la Guardia Civil destinado al control de la emigración clandestina en aguas situadas entre las islas Canarias y Senegal. El contagio por Covid-19 de uno de los miembros de la dotación ha ido extendiéndose hasta acabar confinando al menos a doce guardias, más de la mitad de la tripulación, todos los que han dado positivo en coronavirus, mientras que el resto puede moverse con libertad por el buque pero no desembarcar.

Parece claro que el foco del contagio estaría en alguno de los tripulantes procedentes de España que embarcó cuando el buque zarpó hace semanas para el inicio de esta nueva campaña de patrulla desde Las Palmas de Gran Canaria, puerto base del “Río Tajo”.