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Olga Magaña Rodríguez Profesora de la ESAD, miembro de la Academia de Artes Escénicas de España

“El teatro gallego tiene cada vez más relevancia fuera de nuestras fronteras”

Olga Magaña, ante la sedede la ESAD.

Acaba de ingresar en la sección “Estudios y Divulgación” de la Academia de las Artes Escénicas de España, que preside Jesús Cimarro, y en cuya junta directiva están Cayetana Guillén Cuervo, Magüi Mira y Antonio Resines, entre otros artistas. Olga Magaña Rodríguez compagina la docencia en la Escola Superior de Arte Dramática de Galicia (ESAD), donde imparte clases de interpretación textual, con la investigación. En 2009 se doctoró cum laude en la Universidad de Vigo con la tesis “Diseño y evaluación de un programa basado en mindfulness para futuros especialistas de las artes escénicas”, un programa que ya se está implementado en algunas escuelas de arte dramático, entre ellas la ESAD, y audiovisual de España. Nacida en Zaragoza en 1965, Magaña llegó en 2008 a Vigo desde Madrid y asegura que en Galicia es donde ha sentido, por primera vez, que echaba raíces “con la tierra y con la gente”.

–¿Cuál es su principal línea de investigación?

–Desde muy joven me dediqué al teatro porque tiene esa capacidad para asimilar todas las artes: la danza, el canto, la pintura, la escultura, la literatura, y puede invadir la vida social, hacerse presente en cualquier espacio. Cuando llegué a la ESAD me acordé de un maestro que tuve, William Layton, que dejó una huella imborrable en mí. Él decía que se había pasado la vida buscando respuestas y que lo importante no era encontrar respuestas en el camino, sino seguir buscando siempre y esa ha sido mi línea. En estos momentos, mi investigación se centra en los beneficios del mindfulness y cómo se relaciona con la comunicación. El mindfulness, que ha sido traducido como ‘atención plena’, es una capacidad básica que poseemos todos. Su práctica nos permite ser más conscientes del momento presente: el aquí y el ahora. En el ámbito de la formación actoral, el entrenamiento psicofísico es una disciplina fundamental porque a través de él desarrollamos capacidades para conectar con el cuerpo y la mente y su última finalidad es comunicar de forma voluntaria y consciente en el presente escénico. Aprender a comunicar y expresar con claridad las emociones garantiza una comunicación sana y eficaz.

–¿Forma parte ya de la formación actoral?

–Hay pocos estudios. Lo que está claro es que las instituciones del mundo, y sobre todo las académicas, cada vez están más interesadas en la aplicación del mindfulness en las aulas y no solo en las enseñanzas artísticas. En otros países de Europa se está apostando por implementarlo en el currículo de todas las escuelas como una materia imprescindible para la gestión emocional y para el desarrollo integral de las personas. En España están empezando a hacerse cosas. De hecho, en muchas universidades ya están creando títulos de expertos, pero es un campo incipiente que está comenzando a florecer dentro del ámbito educativo, pero también empresarial, de la investigación... Yo impartí en la de Vigo un curso para músicos que tenían pánico escénico. A través del mindfulness puedes identificar las señales, trabajar las emociones y enfrentarte a tus miedos.

"Llevará tiempo, probablemente más del deseado, pero la ESAD se adscribirá a la Universidad de Vigo"

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–¿Cómo asume su ingreso en la Academia de Artes Escénicas de España?

–Es un honor, porque admiro y he seguido la trayectoria de muchas académicas, algunas de las cuales son una parte esencial de mi formación. Me parece muy importante formar parte de una institución donde están Josefina Molina, la primera mujer que se diplomó en la escuela de cine, Nuria Espert, Lola Herrera, Carmen Portaceli, Ana Labordeta, Paloma Pedreros y, por supuesto, la escritora y directora gallega Fefa Noia.

–¿Qué espera aportar?

–Creo que mi ingreso en la academia es una buena oportunidad para establecer vínculos con otras instituciones que apuesten por impulsar el teatro gallego y por conseguir que las artes escénicas ocupen el lugar de excelencia que se merecen.

–¿Cuál es su situación ahora?

–A causa de la pandemia, muchas familias, de todos los sectores que tienen que ver con las artes escénicas, se han quedado en una situación muy dura. Ahora parece que empezamos a ver la luz. No obstante, me gustaría resaltar algo positivo: el teatro gallego tiene cada vez más relevancia fuera de nuestras fronteras. Sin ir más lejos, la programación de la temporada 2021-2022 del Centro Dramático Nacional cuenta con figuras muy relevantes de la escena gallega, como la directora Marta Pazos, la dramaturga Esther Carrodeguas y compañías como A Panadería, Matarile, Chévere, Teatro en Vilo, y esto es muy importante. Estamos empezando a tener una visibilidad que yo creo que también tienen muchas de nuestras engresadas, que están trabajando en distintos ámbitos de las artes escénicas, como Areta Bolado, Ailén Kendelman, Noelia Castro, Cris Iglesias, Lidia Veiga, Sheila Fariña... y que representan otra forma de ver el arte y de abordar los procesos creativos a través de nuevos lenguajes y poéticas. En Galicia hay mucho talento. En la anterior convocatoria de la ESAD creo que había 10 mujeres por cada hombres, por eso voy a hablar en femenino. Creo que hay muchas mujeres talentosas.

"El 'mindfulness' permite al actor comunicarse con el presente escénico"

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–Forma parte del grupo de investigación GIES-10 de la Universidad de Vigo. ¿Qué es?

–Es un grupo de investigación en educación, deporte y salud. Ahora estamos investigando y preparando proyectos muy interesantes, entre ellos, uno dirigido a analizar la percepción que tiene el público cuando ve determinados espectáculos, y estamos trabajando en colaboración con otras instituciones, como la Diputación de Pontevedra. Por eso digo que considero fundamental contribuir desde mi posición a crear esos puentes. Hay una lucha desde hace tiempo que tiene que ver con la adscripción de la ESAD en la UVigo. Yo espero. desde ese lugar que ocupo como profesora de la ESAD e investigadora de la universidad, aportar mi granito de arena.

–¿Se logrará esa adscripción?

–Creo que terminará adscrita, pero llevará tiempo; es posible que más del que esperamos, pero lo importante es proyectar y planificar un modelo de intervención escalonado y por pequeños pasos que nos permita de alguna forma ir integrándonos en la universidad, creando proyectos comunes.

–¿Las artes escénicas son las olvidadas de la educación reglada?

–Han estado presentes de una forma poco rigurosa, como actividades extraescolares. Ahora se están haciendo cosas y de hecho se está trabajando en un borrador, pero se necesita que las instituciones apuesten realmente por las artes escénicas.

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