Jesús Calleja no es capaz de quedarse quieto. Necesita la adrenalina para vivir y la busca allá a donde vaya. El aventurero y presentador volvió esta semana al entorno de la ría de Vigo más de tres años después del rodaje del capítulo de 'Volando voy' dedicado a la brutal ola de incendios de 2017. Y lo ha hecho acompañado por un grupo de 'riders' que le han hecho de guía por las pistas de descenso de los montes de la zona.

Aunque lo suyo suele ser escalar montañas, esta vez a Calleja le tocó bajar a toda velocidad por sus laderas. El descenso es uno de los deportes de bicicleta que más técnica y precisión necesitan. En un vídeo que el propio presentador compartió por sus redes sociales muestra la dificultad a la que tuvieron que hacer frente por los empinados caminos de tierra de los montes vigueses y de O Morrazo. La jornada terminó con una imponente vista de la ría desde el alto de la Paralaia, en Moaña.

Calleja también aprovechó su visita para comer en uno de los establecimientos más emblemáticos de Baiona: el restaurante Rocamar. "Todo un honor tenerlo entre nuestros comensales", aseguraron en el local.