El Gobierno central ha puesto cifra a los españoles que rechazan vacunarse contra el coronavirus. Se les cita, pero declinan la administración de la dosis. Son algo más de 327.000 ciudadanos. Hasta ahora ni el Ministerio de Sanidad ni las comunidades han informado de quienes se niegan a vacunar. Solo tenemos, en función de estadísticas oficiales, las cifras de las personas que aún no han recibido ninguna dosis. En Galicia, son unos 160.000 pero los motivos para no tener todavía ninguna dosis pueden ser varios: un embarazo en sus primeros meses, pasar una enfermedad que desaconseja la vacunación, problemas para la citación, ciudadanos que viven en el extranjero...

Entre el 1 de febrero y el 1 de septiembre de este año han sido rechazadas 327.129 dosis de vacunas del coronavirus, informó ayer el Gobierno español. La respuesta del Gobierno se ha publicado en el Boletín Oficial de las Cortes Generales (BOCG) después de que Vox se interesase por el número de personas que la habían rechazado, por grupos de edades, y pedía además el desglose por tipos de vacunas.

El Gobierno aclara que el registro de vacunación no hace distinción entre quienes rechazan la vacuna antes de ser citados y quienes lo hacen una vez acuden a la cita.

Además, asegura el Ejecutivo que “el desglose de dosis y marcas no puede proporcionarse, puesto que dicha información no es obligatoria” y por tanto no informan de ella las autoridades competentes de las comunidades autónomas.

Sanidad informaba ayer de que el 76,3% de la población tiene la pauta completa y el 79% ha recibido al menos una dosis.

Por otra parte, desde Cataluña reconocían ayer que 69.129 vacunas contra la COVID han caducado, lo que representa el 0,6% del total de dosis recibidas por esta comunidad. La secretaria de Salud Pública de la Generalitat, Carmen Cabezas, explicó que se trata de vacunas que se descongelaron en previsión de más demanda de la que ha habido y que han caducado al superar el plazo de 30 días que se pueden conservar en nevera. Cabezas señaló que, al haber abierto la vacunación sin cita previa para captar a los no inmunizados, “el ajuste entre la oferta y la demanda es más difícil, porque no sabes quién vendrá y, si llega una persona al punto, no la puedes dejar sin vacunar, por lo que tiene que haber vacunas descongeladas”.