Aún no marcaban los relojes las doce y media del mediodía de ayer y en muchas farmacias de Galicia ya no quedaban test rápidos de antígenos para detectar la infección por COVID-19. En la primera jornada de su venta sin receta, los stocks en numerosas boticas se agotaron. En algunas, incluso tuvieron que abrir listas de espera que en determinados casos alcanzaron las 60 personas alrededor de la una de la tarde.
La fiebre por estos test –que consisten en un hisopo (bastoncillo largo) que se introduce por la nariz a semejanza de la prueba PCR– sorprendió a farmacéuticos que llegaron a agotarlos por la noche en su tiempo de guardia.
En algunas boticas, advertían de que hasta el próximo lunes no los volverían a tener, otras apuntaban que esa misma tarde llegarían nuevas unidades o, como mucho, hoy. En un cuarto grupo en el que se encontraban establecimientos como Farmacia A Gándara en Salceda de Caselas (Pontevedra) explicaban en la tarde de ayer que sí contaban con unidades disponibles.
En su caso, llevan vendiéndolos desde hace un mes porque hasta ayer podían dispensarlos con receta médica, por lo que habían realizado pedidos grandes para tener en stock. “Los repusimos hace unos días porque la gente ahora está como loca buscándolos”, explicaba ayer la farmacéutica Selma Rey desde la Farmacia A Gándara de Salceda cuyo personal también es rastreador COVID y cuenta con experiencia realizando pruebas de detección del coronavirus.
El titular de dicha botica, Diego González, explicaba ayer que “es posible que la gente no sea capaz de hacer bien el test. No solo se trata de meter un palito en la nariz, sino que hay que asegurarse de raspar bien. En cualquier prueba la toma es crucial. Si depende del paciente, es importante que esté entrenado y que lo sepa hacer bien”.
Por ello, se mostró partidario de que los profesionales farmacéuticos ofrezcan al paciente la posibilidad de hacerle la prueba con el test rápido de antígeno. En su farmacia, de hecho, sí lo ofertan.
Además, señaló que si se desea hacer el test por haber tenido contacto estrecho con un positivo en COVID-19, se deben esperar entre 48 y 72 horas tras dicho encuentro para realizar la prueba para esperar “que el virus se replique tras la posible infección y sea detectable”. Así, se le da tiempo al SARS-CoV-2 para replicarse.
No obstante, el farmacéutico Diego González también aclaró que no todos los test rápidos de antígenos son iguales: “Aunque son muy homogéneos todos, depende de cada fabricante. Cada test tiene una sensibilidad diferente y unos requisitos para dar positivo. En todo caso, tanto en estos como en los PCR de saliva o moco nasal, la carga vírica en el posible infectado es fundamental. En los de antígeno, si la muestra está bien tomada se detecta aunque sea poca la carga vírica”.
Farmacéuticos piden certificar el resultado
La dispensación autorizada sin receta de los test de antígenos ha impulsado a responsables de farmacias a solicitar a sus colegios profesionales que las autoridades sanitarias permitan certificar oficialmente el resultado de dichas pruebas.
“El Colegio de Farmacéuticos nos envió un comunicado diciéndonos que estaban trabajando para que los farmacéuticos puedan certificar si una persona pidió hacer un test y qué resultado se produjo. Los farmacéuticos podemos dar fe. Certificar es ponerlo por escrito pero no está reconocido por la Administración sanitaria de cara, por ejemplo, al acceso a la hostelería”.
Por otra parte, el Consejo General de Farmacias puso a disposición de sus asociados la “Guía de actuación del farmacéutico comunitario para la dispensación de productos de autodiagnóstico para la detección de antígenos del SARS-CoV-2”.
Además, en YouTube –en el canal @Farmacéuticos– aparecen consejos sobre cómo realizar un test de antígeno nasal.
Ante todo, recalcan que son de venta exclusiva en farmacias o sus webs y que su venta es ilegal en otros establecimientos o páginas.
Entre los consejos, subrayan que se trata de una prueba orientativa que no debe utilizarse como único recurso para el diagnóstico de COVID-19.
