La niña de tres años que fue rescatada el miércoles de la piscina de una casa familiar de Cangas, en la que fue hallada flotando, continuaba ayer en estado muy grave.

El Policía Local de Cangas que realizó el primer masaje cardiaco a la niña, Javier Padín, relató ayer a FARO cómo realizó el procedimiento, siguiendo por teléfono las indicaciones de una médica del Punto de Atención Continuada de O Morrazo (PAC). “Al poco tiempo conseguí que la niña arrojara agua y vómito. Después apareció una vecina que se identificó como médico de la unidad de pediatría de un hospital y continuó con el masaje cardiaco. Recuperó las constantes muy rápido y eso es buena señal”, comenta el agente, que añade que ya dio a una profesional el relevo mientras él y sus compañeros se ocuparon de mantener las vías de comunicación despejadas para la llegada de las ambulancias y encontrar una zona adecuada para que el helicóptero de SOS-Galicia pudiera aterrizar.