Los tatuajes son todo un mundo. Y no lo decimos por esos de fieles mascotas a las que no olvidarás nunca ni por esos súper feos que te arrepientes de haberte hecho en una noche de fiesta, sino porque son capaces de revelar cómo te mueves por la vida y cómo te relacionas con los demás. Sí, los tatuajes son parte de tu cuerpo y de lo que te define como persona.

Se trata de una realidad que, aunque nos parezca súper concreta, está cada vez más presente en el mundo de la psicología. "Últimamente se realizan más investigaciones para entender los factores de personalidad de aquellos que deciden tatuarse", dijo en un artículo de Psychology Today Viren Swami, profesora de psicología de la Universidad Anglia Ruskin (Cambridge), al hablar de un tema que ha abordado realizando un estudio a personas tatuadas y no tatuadas a partir de varios test de personalidad. Los resultados, que han sido publicados en la misma plataforma de psicología, son tres rasgos de personalidad clave capaces de conseguir que no volvamos a mirar a los tatuajes solo como arte o marcas que cuentan experiencias. Prepárate: podrías haber pasado años contando cosas importantes de ti sin haberte dado cuenta.

1. Ser extrovertido

Es imposible no señalar lo bien que empezamos si tenemos en cuenta que ser extrovertido se traduce en ser una persona llena de energía y muy habladora. De ese tipo de gente a la que le encanta socializar, divertirse e, incluso, ser amigable y cariñosa. Vaya, el amigx perfecto para apoyarte en esa cena incómoda en la que quieres presentar tu nueva pareja a tus padres y no sabes cómo empezar porque no llevan bien que Laura, Eric o Alba desaparecieran de sus vidas después de tantos días compartiendo cereales Estrellitas para desayunar en la cocina. Sí, es duro despedirse de alguien a quien se ha visto en pijama de ositos o de Frozen.

2. Buscar experiencias

Todxs buscamos vivir momentos inolvidables o que nos hagan sentir vivos, pero las personas con tatuajes van más allá. Buscan aventuras a través de la mente y los sentidos viviendo una vida ‘no convencional’ y experiencias nuevas, frescas o originales, aunque de bajo riesgo. La psicóloga Vinita lo deja bastante claro a partir de una reflexión que hace la escritora estadounidense Elizabeth Gilbert en su libro Big Magic: "Quiero vivir esta vida temporal lo más decorada que pueda. No me refiero solo físicamente. Me refiero emocionalmente, espiritual, intelectualmente. No quiero tener miedo de los colores brillantes, el gran amor, las decisiones importantes, las nuevas experiencias y los cambios o, incluso, un gran fracaso”. Pues eso, que quizás ahora entiendes un poco esa tendencia tuya de mirar pelis con palomitas, helados y chocolate del barato (todo al mismo tiempo como si no hubiese mañana).

3. Sentirse único:

¿Sabes esa necesidad de sentirte único, especial o diferente (llámalo como quieras)? Pues también es algo que las personas tatuadas sienten con más fuerza, de acuerdo con investigaciones anteriores citadas en el estudio de Vinita. Al final, los tatuajes son una forma de expresarse o de construir la propia identidad, por lo que no es de extrañar que se usen para trasladar la singularidad de cada unx, aquello que cuenta cosas como: “No me he enamorado en la vida” o “Quiero vivir 100 años viajando”. En otras palabras, lo que grita bien alto quién eres y hacia dónde crees que vas.