Un equipo de especialistas del Reino Unido ha notificado los tres primeros casos de personas con ictus isquémicos provocados por coágulos en las arterias después de recibir la vacuna de AstraZeneca contra el COVID-19. Hasta ahora, todos los casos de trombos registrados después de recibir la vacuna de Oxford habían aparecido en venas (sobre todo del cerebro).

La información sobre los tres nuevos casos –todos ellos adultos jóvenes, uno de los cuales falleció– se detalla en una carta suscrita por una decena de médicos e investigadores y publicada en la revista “Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry”.

Los autores de este estudio remarcan que estos posibles efectos secundarios “son raros, y mucho menos frecuentes que la trombosis venosa cerebral y el ictus isquémico asociados a la propia infección por COVID-19”.